23/03/2025
El jueves pasado, el pibe que tiene tiene ese hermoso dorado en la primer foto, me dice: “che, tengo ganas de ir a pescar”. Ese tipo de necesidades se resuelven muy rápido-> “el sábado veinte pa casa y vamos”… y asi fue.
Arrancamos más o menos mal jajajaj. Llegamos al arroyo cerca de las 12, armamos todo y emprendimos la caminata. El arroyo estaba muy bajo, con muy pocos lugares para buscarlas. Ni 200 metros llegamos a caminar antes que empiece la llovizna que nos acompañó a lo largo de la media jornada.
Las tarus nos hicieron laburar y mucho! Las que se le animaron a nuestros señuelos, comían en cualquier lado!
Antes de terminar la jornada, le dije al paisa, “vamos a pescar algún doradillo?” Era media hora más, nada del otro mundo. Nunca vi por estos lados doradillos de más de medio kilo. El que pescó se pasó claramente de medida. Pescadazo para el invitado.
De a poco se va enfriando la cosa, pero todavía tenemos tiempo de seguir disfrutando de la pesca en estos lugares!
Abrazo grande para todos!