
20/08/2025
EL AMOR DESPUÉS DEL AMOR (sobre un nuevo poema de D’Anna)
Por Flavio Zalazar
Hace unos días se encuentra en las mesas de las librerías, para todos los lectores de poesía, un nuevo poemario del Eduardo D’ Anna. Editado por el sello que dirige Paola Chinazzo Q Ediciones, en él condensa una mirada acida sobre lo que denominamos amor (avatares, artes y mañas), pero también sostiene una tradición poco trabajada por la crítica, “el poema largo”.
Contentos por recibir un nuevo libro del vate rosarino. Desde finales de los tumultuosos sesenta, cobra persistencia su obra. Sus títulos abarcan todos los géneros reconocidos por la modernidad. Y en este último, titulado “Traigo a la persona amada”, D’ Anna despliega lo que su prologuista, Guillermo Saavedra señala “en tono casual, llano, el libro configura los trabajos de religación amorosa de una pareja, por parte de un alcahuete con ínfulas de hechicero y un aire cansino y escéptico de detective privado. Y a partir de cierto momento de la narración, también se especula sobre lo narrado, transformando el relato en ensayo, la más abierta y, en cierto sentido, la más poética forma de la escritura”.
Y son claros los dichos del también poeta, porque los versos se enlazan contándonos una historia, en tono menor. Una manera, que ancla sus precedentes en la tradición de la nueva épica, justamente por la inflexión intimista, confesional, o como diría su propio autor: “cotidianista”. Pero más que en la estética de lo dicho, quiero detenerme en la elección de la filosofía composicional del poema, precisamente, su extensión.
Escribe María Cecilia Graña en La suma que es todo y no cesa: “sobre la definición del poema extenso moderno, la crítica hispanoamericana se ha ocupado poco, y con frecuencia recurre al análisis anglosajón, el cual introduce el término ‘modern sequence’ “. Una secuencia que intensifica la presencia ilocutoria del sujeto- intención o propósito del yo lírico al emitir un enunciado-, haciendo del arte, una auténtica reflexión poética.
Reflexionar poético, que al entender de Vicente Huidobro -junto a Octavio Paz, uno de los pocos en especular sobre esta verdadera lírica magmática- deja fluir el cavilar sobre la distancia que va de lo que vemos a lo que imaginamos.
De pluralidad temática y unidad de intenciones, el poema largo puede intentar comprender una coyuntura social y pretender incidir- Martín Fierro-, expresar una queja existencial -Tierra baldía-; o simplemente rumiar con sardónica voz, sobre un sentimiento que tiene demasiada buena prensa (y eso siempre es para sospechar).
Y de muestra, basta un botón:
Algunas teorizaciones
Cuando todo parece
natural, el amor,
en realidad, no existe.
Todo es cómodo, los encuentros
llenan las horas libres.
Los incidentes son narrados
a los amigos, convenientemente
depurados, a veces, a la familia.
Ese relato no es el amor,
se crea lo que sea.
El amor es desesperante,
uno lo cuenta, la gente
se estremece, te dan consejos,
te recomiendan hacer denuncias.
No es una cosa romántica
para nada. Lo que sucede
es que algunos románticos
se dieron cuenta.
Pero nunca pudieron contarlo
realmente bien. Pasa
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Fotos: https://www.instagram.com/pablo1bigliardi/
https://www.elfurgon.ar/2025/08/19/el-amor-despues-del-amor/