15/06/2025
Cuando miramos la vida desde la profundidad de las familiares, vemos que el representa una fuerza fundamental. Su energía es la que nos impulsa hacia el mundo, hacia el logro, hacia la vida activa. Es la que nos ayuda a ocupar nuestro lugar en la sociedad.
“Del padre recibimos la fuerza para enfrentarnos al mundo y tener éxito en él.”
— Bert Hellinger, “Órdenes del amor”
Muchos cargan heridas, rencores o ausencias respecto al padre. Pero al alma no le importa si el padre fue cercano, ausente, duro o frágil. Lo esencial es que nos dio la vida junto con la madre, y eso es suficiente.
“El padre que tenemos es el correcto. No existe otro mejor para nosotros, porque sin él no existiríamos.”
— Bert Hellinger, “Los órdenes del amor”
Cuando lo rechazamos, también rechazamos nuestra capacidad de actuar, de avanzar, de triunfar. La vida se nos vuelve más pesada. Tomar al padre no significa justificar sus errores. Significa asentir a su lugar, como el hombre que, junto a la madre, nos dio el regalo más grande: la existencia.
“Cuando uno honra al padre, puede mirar hacia adelante. Quien está en paz con su padre encuentra fuerza en la vida.”
— Bert Hellinger, “El Manantial ...
Tomar al padre es decir con el alma: “Sí, tú eres mi padre, y tomo la vida que me diste con todo lo que vino con ella.” En ese gesto, el alma se ordena, y el corazón se abre. La energía bloqueada empieza a fluir, y uno se conecta con la fuerza del hacer, del lograr, del salir al mundo.
“El éxito tiene que ver con el padre. Quien toma al padre, toma también la fuerza para el éxito.”
— Bert Hellinger, “Éxito en la vida, éxito en los negocios”
Por eso, en las constelaciones familiares, tomar al padre es uno de los movimientos más sanadores y poderosos. Al hacerlo, dejamos de mirar hacia atrás como niños y comenzamos a caminar con fuerza hacia adelante como adultos
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