27/10/2025
A veces la vida no se entiende mirando hacia adelante, sino cuando mirás hacia atrás y ves todo lo que te tocó vivir. Cada momento, bueno o malo, te deja una huella, una enseñanza.
Con el tiempo uno aprende a valorar lo simple, lo sincero, lo que realmente importa.
Las caídas te enseñan fuerza, las pérdidas te enseñan amor, y los cambios te enseñan que nada es para siempre, pero que todo deja algo.
Hoy puedo decir que cada experiencia me hizo crecer, que ya no busco tener razón, sino paz.
Que aprendí a soltar lo que pesa, a cuidar lo que suma y a agradecer por lo que tengo.
Porque la vida, con todo lo que trae, me mostró que soy mucho más fuerte de lo que alguna vez creí.