27/10/2025
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𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐒𝐀𝐋𝐔𝐃 𝐐𝐔𝐄 𝐏𝐎𝐃𝐑Í𝐀𝐍 𝐒𝐄𝐑 𝐔𝐍𝐀 𝐒𝐄Ñ𝐀𝐋 𝐓𝐄𝐌𝐏𝐑𝐀𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐓𝐔𝐌𝐎𝐑 𝐂𝐄𝐑𝐄𝐁𝐑𝐀𝐋
Todos hemos tenido dolores de cabeza. Todos hemos perdido alguna vez el celular o nos hemos quedado en blanco con un nombre. En la mayoría de los casos, estos episodios no son motivo de alarma: suelen deberse al estrés, al cansancio o a una mente sobrecargada. Sin embargo, en situaciones poco frecuentes, estos mismos síntomas pueden ser señales de algo mucho más serio: un tumor cerebral.
Entonces, ¿cómo saber si se trata de un simple dolor de cabeza por tensión, falta de sueño o una resaca… o si es una señal de advertencia que no conviene ignorar?
Como parte de una investigación sobre la detección temprana de tumores cerebrales, hablamos con personas que recibieron este diagnóstico. En sus relatos, se repetía una constante: tanto pacientes como médicos generales tendían a restarle importancia a los primeros síntomas, lo que en algunos casos provocó demoras en el diagnóstico.
Y no se trata de casos puntuales. En estudios anteriores, los expertos concluyeron que muchas personas no identifican las señales de advertencia a tiempo, lo que representa un problema serio: cuanto más tarde se detecta un tumor cerebral, más invasivo y complejo suele ser el tratamiento. Los síntomas de los tumores cerebrales a menudo se parecen a molestias comunes del día a día -como el cansancio, el estrés, las migrañas o incluso la menopausia- y pueden confundirse fácilmente con condiciones mucho más frecuentes, como la ansiedad, las infecciones de los senos paranasales o los dolores de cabeza crónicos.
Cuando los síntomas son vagos o poco específicos, es fácil pasarlos por alto o atribuirlos a causas más cotidianas. En un sistema de salud donde conseguir una cita con el médico de cabecera puede ser complicado, muchas personas postergan la consulta hasta que los síntomas se vuelven imposibles de ignorar. Una paciente nos lo resumió así: “Creo que probablemente ya tenía síntomas desde al menos 2 o 3 meses antes”.
Estos son 7 síntomas que los pacientes describieron durante nuestra investigación. Todos tienen algo en común: pueden confundirse fácilmente con otras afecciones más comunes.
Ahora bien, tener uno o varios de estos síntomas no significa que tengas un tumor cerebral. Pero si algo en tu cuerpo se siente persistentemente “fuera de lo normal” o diferente a lo habitual, lo más recomendable es consultar a un profesional de la salud.
𝟏. Dificultad para encontrar las palabras
Algunas personas notaron que les costaba dar con palabras específicas, armar oraciones completas o seguir una conversación sin quedarse en blanco. Una paciente describió la sensación como “extraña y fuera de lo común”, aunque en ese momento decidió no darle demasiada importancia.
Otra persona incluso tuvo que escribir lo que sentía en un papel porque no podía expresarlo con palabras: sabía que algo no estaba bien, pero no lograba explicar qué era.
Este tipo de dificultad puede estar relacionado con el estrés, el cansancio o la ansiedad, pero si el problema aparece de forma repentina o se vuelve persistente, es importante considerarlo una señal que merece atención médica.
𝟐 . Disfunción cognitiva leve
Varios pacientes describieron una sensación constante de confusión mental: dificultad para concentrarse, pensar con claridad o recordar cosas simples. Una persona incluso pidió una cita médica, pero cuando llegó el día, ya no recordaba por qué la había solicitado, lo que terminó retrasando el diagnóstico.
El déficit cognitivo puede tener muchas causas comunes, como la falta de sueño, el estrés o la menopausia. Un familiar recordó: “Cuando aparecieron los síntomas, la respuesta fue: ‘Está pasando por la menopausia’”. Sin embargo, cuando esta sensación viene acompañada de otros cambios neurológicos -como problemas en el habla o la visión-, es clave no subestimarla y acudir a un especialista.
𝟑. Entumecimiento u hormigueo
Algunas personas reportaron sensaciones de hormigueo o adormecimiento que se desplazaban por distintas partes del cuerpo. En dos casos, el efecto se concentraba solo en un lado. Una paciente lo describió así: “La mitad inferior derecha de mi cara, la mitad de la lengua y del interior de la boca”.
Este tipo de síntomas puede aparecer cuando un tumor afecta áreas del cerebro encargadas del control sensorial o motor, responsables de enviar y recibir señales hacia el resto del cuerpo. Aunque el entumecimiento también puede deberse a causas comunes como nervios comprimidos, problemas circulatorios o migrañas, cualquier sensación nueva, persistente o que afecte solo un lado del cuerpo debe ser evaluada por un profesional de salud.
𝟒. Alteraciones en la visión
Los cambios en la vista también fueron una de las señales tempranas que algunos pacientes notaron. Una persona empezó a ver doble mientras miraba televisión y asumió que necesitaba cambiar de lentes. Otra contó que las líneas rectas le parecían curvas: “Pensé que nos habían mandado unas tazas defectuosas porque todas eran ovaladas, y la gente me miraba como diciendo: ‘¿De qué estás hablando?’”.
Las alteraciones visuales pueden tener muchas causas, como fatiga ocular o migrañas, pero cuando las distorsiones visuales aparecen de forma repentina o se sienten extrañas, especialmente si vienen acompañadas de otros síntomas neurológicos -como dolor de cabeza, mareos, dificultad para hablar, debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo, o problemas de coordinación-, es fundamental consultar con un profesional de salud.
𝟓. Escritura desordenada o cambios en la motricidad fina
Varios pacientes notaron dificultades en la coordinación entre la vista y las manos. Uno de ellos lo recordó así: “Hubo un momento en que no podía escribir. Estaba tomando notas en una reunión y, de repente, mi letra se volvió completamente desordenada”.
Cambios sutiles en la coordinación pueden estar relacionados con el cansancio o la falta de concentración, pero si la escritura se deteriora de forma progresiva o si aparecen problemas con tareas que requieren movimientos precisos -como abotonarse una camisa o usar utensilios-, podría ser una señal de que algo está afectando las zonas del cerebro responsables del control motor.
𝟔. Cambios en la personalidad
Las alteraciones en el comportamiento o el estado de ánimo pueden ser sutiles, pero importantes. Un paciente, por ejemplo, interpretó su irritabilidad y falta de motivación como simples señales de agotamiento: “No hice la conexión. Solo quería jubilarme porque ya estaba harto de todo”.
Es normal que la personalidad se vea afectada por el estrés o las circunstancias de la vida. Sin embargo, cuando esos cambios son repentinos, intensos o se presentan junto con otros síntomas físicos o neurológicos, es importante no pasarlos por alto y consultar con un profesional.
𝟕. Dolores de cabeza
Los dolores de cabeza son muy comunes y, en la mayoría de los casos, no son motivo de preocupación. Sin embargo, algunos de los pacientes con los que hablé describieron un dolor constante e inusual, que se extendía durante días o incluso semanas. Uno de ellos recordó: “Llevaba más de una semana con el dolor y, prácticamente, lo sentía todos los días”.
𝑯𝒂𝒄𝒊𝒂 𝒖𝒏 𝒅𝒊𝒂𝒈𝒏ó𝒔𝒕𝒊𝒄𝒐 𝒎á𝒔 𝒕𝒆𝒎𝒑𝒓𝒂𝒏𝒐
Nuestra investigación actual explora si nuevas herramientas podrían ayudar a los médicos de atención primaria a detectar posibles tumores cerebrales de forma más temprana.
Entre estas herramientas se incluyen:
• Pruebas de función cognitiva, que permiten evaluar la memoria, la atención y las habilidades del lenguaje.
• Biopsias líquidas, análisis de sangre que buscan fragmentos de ADN tumoral en el torrente sanguíneo.
Dado que los síntomas de los tumores cerebrales pueden ser muy variados -y a menudo se confunden con los de afecciones comunes-, llegar a un diagnóstico no siempre es fácil. En la mayoría de los casos, los síntomas descritos aquí no están relacionados con cáncer, pero cuando se presentan cambios inusuales, que ocurren al mismo tiempo o se prolongan más de lo esperado, es importante no ignorarlos.
Todos los pacientes con los que hablamos coincidieron en lo mismo: si algo no se siente normal en tu cuerpo, hazlo revisar. Aunque al final no sea nada grave, la tranquilidad de saber qué está pasando siempre vale la pena.
✍️ 𝑳𝒂𝒖𝒓𝒂 𝑺𝒕𝒂𝒏𝒅𝒆𝒏, 𝒊𝒏𝒗𝒆𝒔𝒕𝒊𝒈𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂 𝒅𝒐𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂𝒍 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝑾𝒐𝒍𝒇𝒔𝒐𝒏 𝑰𝒏𝒔𝒕𝒊𝒕𝒖𝒕𝒆 𝒐𝒇 𝑷𝒐𝒑𝒖𝒍𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏 𝑯𝒆𝒂𝒍𝒕𝒉 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑸𝒖𝒆𝒆𝒏 𝑴𝒂𝒓𝒚 𝑼𝒏𝒊𝒗𝒆𝒓𝒔𝒊𝒕𝒚 𝒐𝒇 𝑳𝒐𝒏𝒅𝒐𝒏 (𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝑼𝒏𝒊𝒅𝒐), 𝒚 𝑺𝒖𝒛𝒂𝒏𝒏𝒆 𝑺𝒄𝒐𝒕𝒕, 𝒑𝒓𝒐𝒇𝒆𝒔𝒐𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝑷𝒔𝒊𝒄𝒐𝒍𝒐𝒈í𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑺𝒂𝒍𝒖𝒅 𝒚 𝑫𝒊𝒂𝒈𝒏ó𝒔𝒕𝒊𝒄𝒐 𝑷𝒓𝒆𝒄𝒐𝒛 𝒅𝒆𝒍 𝑪á𝒏𝒄𝒆𝒓, 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒐 𝒊𝒏𝒔𝒕𝒊𝒕𝒖𝒕𝒐.
📝 𝗧𝗵𝗲 𝗖𝗼𝗻𝘃𝗲𝗿𝘀𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻