29/11/2025
Un chico de 15 años acaba de ganar un doctorado en física cuántica.
Su nombre es Laurent Simons, un prodigio belga que ha pasado la mayor parte de su vida corriendo por la educación a un ritmo que casi nadie más en la Tierra ha igualado.
Comenzó la escuela primaria a las cuatro. Terminado por seis. A los doce, tenía un máster en física cuántica, estudiando bosones, agujeros negros y matemáticas que describen las partes más misteriosas del universo.
Esta semana, el "Pequeño Einstein" de Bélgica completó su doctorado en la Universidad de Amberes, convirtiéndolo en uno de los doctorados en física más jóvenes jamás registrados. Su trabajo se basa en ideas que la mayoría de los estudiantes no encontrarán hasta los veinte o treinta. Pero para Laurent, esta trayectoria siempre ha sido personal. Cuando tenía once años, perdió a sus abuelos.
Desde entonces, dice que su objetivo ha sido entender cómo prolongar la vida humana, no para sí mismo, sino para que otros puedan vivir vidas más largas y saludables.
Los investigadores lo describen como con una memoria excepcional y un coeficiente intelectual de 145, un nivel alcanzado por aproximadamente el 0,1 por ciento de la gente. Las compañías tecnológicas de los Estados Unidos y China ya se han acercado a su familia con ofertas, pero sus padres las han rechazado, insistiendo en que debería crecer a su propio ritmo.
Laurent no es el doctorado más joven de la historia - ese récord va para Karl Witte, quien obtuvo un doctorado a los trece años en 1814 - pero en física moderna, su logro es casi incomparable.
Ahora, a los quince años, quiere cambiar de campo por completo y avanzar hacia la ciencia médica. Su ambición a largo plazo es ayudar a superar los límites de la investigación sobre el envejecimiento, un campo que está avanzando rápidamente pero todavía lleno de preguntas sin respuesta.
Ya sea que en última instancia reforma la física cuántica o la medicina, una cosa está clara: Laurent Simons acaba de empezar.
📸Crédito: VTM