Poderoso DIOS, El Santo de Israel

Poderoso DIOS, El Santo de Israel Poderoso DIOS, El Santo de Israel

*RESTAURANDO UN CORAZÓN OFENDIDO*  *«Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón ...
19/11/2025

*RESTAURANDO UN CORAZÓN OFENDIDO*

*«Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.»*
Santiago 3:2

La Biblia afirma que todos ofendemos, muchas veces más de lo que reconocemos.

Nuestras palabras, actitudes o reacciones pueden herir...
a veces sin intención, y también podemos sentirnos heridos por situaciones pequeñas, mal interpretadas o cargadas de sensibilidad.

Por eso necesitamos la sabiduría de Dios para discernir, tratar y sanar la ofensa en nuestro corazón.

La ofensa es una de las herramientas favoritas del enemigo. La palabra griega *skándalon,* de donde surge el concepto bíblico de “ofensa”, significa trampa, anzuelo o tropiezo.

La ofensa tiene la sutileza de atrapar el corazón y busca hacer caer espiritualmente a la persona. Cuando entra, distorsiona nuestra percepción: amplifica errores, exagera críticas y deforma la intención de los demás.

Una persona ofendida cae con facilidad en murmuración, queja, enojo y resentimiento.

Jesús lo explicó claramente:
*«Porque de la abundancia del corazón habla la boca.»*
Lucas 6:45

*Una mirada herida se vuelve selectiva: se enfoca solo en lo negativo. Y esto ocurre en todos los ámbitos de la vida, incluida la iglesia.

La mayoría de las personas no se van por “doctrina”… se van por heridas

No se van porque no crean en Dios.
No se van porque no entiendan la Biblia.
Se van porque fueron heridos por alguien, por un comentario, por un malentendido, por un líder, por una actitud o por expectativas no cumplidas.

La herida no sanada se interpreta como traición.

*Cuando una persona se ofende en la iglesia:*

•Interpreta todo negativamente

•Piensa que la miran mal

•Cree que la predicación es en su contra

•Siente que “no encaja”

•Atribuye mala intención a todo

•Con una percepción así, la iglesia deja de sentirse un hogar.

*La ofensa aislada se convierte en enfriamiento espiritual*

Primero la persona deja un ministerio…
luego deja de servir…
después deja de congregarse…
y finalmente, se aleja de Dios, no porque Dios cambió, sino porque la herida consumió su visión.

*La ofensa crea un proceso lento y silencioso de alejamiento.*

El objetivo del enemigo por medio de la ofensa es sacarte de tu tierra de asignación, alejarte del propósito de Dios y separarte de las personas que Él puso para bendecirte.

Si estás en Cristo y te ofendes con facilidad… *¡necesitas madurar!*

La madurez espiritual no consiste en esconder la ofensa, sino en reconocerla, entregarla al Señor y arrancar su veneno del corazón.

Despréndete hoy de toda ofensa. Pídele al Padre que limpie tu mente, sane tu corazón y restaure tu visión. Perdona, suelta y, si has ofendido, reconoce tu falta y pide perdón.

*Ejemplos Bíblicos de Ofensa*

*1. Caín y Abel*

Caín permitió que la ofensa y el enojo crecieran hasta dominarlo, y terminó en tragedia.
(Génesis 4)

*2. Naamán y Eliseo*

Naamán casi pierde su milagro porque se ofendió al no ser recibido por el profeta y al recibir una instrucción sencilla. La ofensa puede alejarte de lo que Dios quiere darte.
(2 Reyes 5)

*3. Los discípulos ofendidos por Jesús*

Muchos dejaron de seguir al Maestro porque consideraron duras sus palabras. La ofensa los apartó del Salvador mismo.
(Juan 6:60–66)

*Reflexión*

1. ¿Reconozco cuando mi corazón comienza a sentirse herido u ofendido?

2. ¿Hay situaciones o personas que despiertan frecuentemente ofensa en mí?

3. ¿A quién necesito perdonar para caminar en libertad?

4. ¿Estoy permitiendo que una ofensa me aleje de mi llamado o de la iglesia?

5. ¿Qué me muestra el Espíritu Santo acerca de mi madurez emocional y espiritual?

*Oración del Día*

Padre, vengo delante de Ti con sinceridad. Entrego toda ofensa, herida, enojo y resentimiento. Quita de mi corazón todo pensamiento distorsionado y sana cada área afectada. Lléname de Tu amor, Tu paz y Tu humildad. Dame un espíritu maduro para perdonar, pedir perdón y caminar en libertad. No permitas que la ofensa me aparte de Tu propósito ni de las personas que has puesto en mi vida. En el nombre de Jesús, amén.

*«Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.»*
Proverbios 4:23

Cuando sanas de la ofensa, recuperas la paz, la visión y la motivación para seguir.

¡Bendecido Día!

*DESACTIVANDO EL MODO AUTOMÁTICO*  *«Y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.»* — 2 Corintios 10:5¿...
12/11/2025

*DESACTIVANDO EL MODO AUTOMÁTICO*

*«Y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.»*
— 2 Corintios 10:5

¿Te pasó alguna vez notar que no estabas realmente presente en una conversación, mientras comías o compartías un tiempo con alguien?

*¡Estamos, pero no estamos!*

A veces nuestro cuerpo está en un lugar, pero nuestra mente en otro.
Podemos estar en una reunión, pero pensando en las tareas del día siguiente.
Incluso en medio de la adoración, podemos acompañar las canciones con los labios mientras nuestra mente y nuestro corazón están lejos de Dios, funcionando en modo piloto automático.

*«Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí...»*
— Isaías 29:13

Cuando nuestra mente vive distraída, es como si la vida pasara frente a nosotros sin que seamos realmente partícipes.

Pero si la mente no está en el presente, ¿dónde está?

Nuestra mente tiene la capacidad de viajar en el tiempo: hacia el pasado o hacia el futuro.
Esto es útil para recordar y planificar, pero cuando nos quedamos atrapados en uno de esos dos extremos, dejamos de vivir el presente.

*Cuando el pasado nos atrapa en nuestros pensamientos...*

Las emociones que surgen no son solo nostalgia, sino también muchas veces: tristeza, culpa, enojo, amargura, resentimiento o miedo a no pasar por lo mismo.

Nos lamentamos por lo que fue, nos quejamos por lo que no pudo ser, revivimos errores que ya fueron perdonados o nos aferramos a recuerdos o glorias pasadas que obstaculizan lo nuevo de Dios para nuestras vidas.

Esas emociones nos atan al ayer e impiden que disfrutemos lo que Dios está haciendo hoy.

*Y cuando quedamos sumergidos solo en el futuro...*

Nuestra mente se llena de ansiedad, afán, preocupación y temor.
Intentamos controlar lo que aún no sucedió, y eso nos roba la paz y el gozo diario.

Jesús nos recordó:

*«Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.»*
— Mateo 6:34

Y cuando vivimos así, atrapados en nuestra mente sin disfrutar el presente, la vida se nos pasa sin vivirla.

A veces incluso nos escapamos en nuestros propios pensamientos para no afrontar los problemas o desafíos del presente.
Nos refugiamos en recuerdos o en planes futuros porque allí sentimos cierta seguridad o control, pero mientras tanto, dejamos de estar atentos a lo que Dios está obrando aquí y ahora.

Sin darnos cuenta, tratamos de huir mentalmente de lo que nos incomoda, pero es justamente en el presente donde Dios quiere transformarnos y hablarnos.

*Ejemplos bíblicos*

*• El pueblo de Israel en el desierto:*
Aunque Dios los alimentaba con maná del cielo, sus pensamientos seguían estando en Egipto.

*«Nos acordamos del pescado que comíamos de balde en Egipto, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos.»*
— Números 11:5

Estaban viviendo una nueva temporada en Dios, pero mentalmente seguían cautivos de su pasado en Egipto.

*• El profeta Elías:*
Después de una gran victoria espiritual, cayó con pensamientos de miedo y desánimo.

*«Basta ya, oh Jehová, quítame la vida…»* — 1 Reyes 19:4

Su mente estaba atrapada con una intimidación y amenaza de Jezabel, al punto de olvidarse de la obra extraordinaria que Dios había hecho en Israel y en su vida solo unos días antes.

*• Marta,* mientras servía con amor, se turbó por sus pensamientos de carga, afanes y cansancio.

*«Marta, Marta, estás preocupada y turbada con muchas cosas, pero solo una cosa es necesaria.»*
— Lucas 10:41-42

Su corazón estaba en el servicio, pero su mente no estaba en la presencia del Maestro para disfrutarlo.

*• El joven rico,* que se acercó sinceramente a Jesús, pero no pudo soltar sus pensamientos de ambición y apego a las riquezas.

*«Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.»*
— Marcos 10:22

Quiso seguir a Jesús, pero su mente estaba enfocada en lo que perdería, no en lo que ganaría: la vida eterna.

*Reflexión*

¿En qué parte suele quedarse tu mente: en el pasado, en el futuro o en el presente con Dios?

¿Estás usando tus pensamientos como refugio para evitar enfrentar algo que Dios quiere tratar hoy contigo?

¿Qué pensamientos necesitás llevar cautivos a la obediencia de Cristo?

¿Qué te está distrayendo o robando la paz y la atención de la voz del Señor hoy?

*Oración del día*

Señor, hoy quiero desactivar el modo automático de mi mente.
Examíname y muéstrame en qué pensamientos he quedado atrapado.
Ayúdame a no refugiarme en recuerdos ni en preocupaciones para escapar de lo que querés enseñarme hoy.
Llévame a vivir plenamente en tu presencia, disfrutando conscientemente lo que estás haciendo en mi vida.
Renueva mi mente por medio de tu Palabra y enséñame a enfocarme en Ti.
En el nombre de Jesús, amén.

*«Señor, examina y reconoce mi corazón; pon a prueba cada uno de mis pensamientos. Así verás si voy por mal camino, y me guiarás por el camino eterno.»*
— Salmos 139:23-24 RVC

¡Bendecido Día!

*CUANDO DIOS IRRUMPE EN NUESTRA RUTINA*  *“He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra ...
03/11/2025

*CUANDO DIOS IRRUMPE EN NUESTRA RUTINA*

*“He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.”*
— Isaías 43:19

Hay días que parecen repetirse, uno tras otro. La rutina se vuelve un eco constante: los mismos caminos, las mismas tareas. Pero Dios no está ausente en la rutina; muchas veces elige irrumpir en lo cotidiano para revelar lo extraordinario.

*Moisés* tenía un trabajo monótono: pastorear ovejas en el desierto durante sus últimos 40 años. Nada indicaba que ese día sería distinto. Sin embargo, entre la arena y el silencio, una zarza ardía sin consumirse. Su curiosidad lo llevó a acercarse, y ese paso cambió el rumbo de su vida. Dios interrumpió su rutina para iniciar una nueva misión que transformaría la historia.
(Éxodo 3:1–4)

*Saúl* solo buscaba las asnas de su padre. No tenía en mente un trono ni un ministerio, pero aquel día ordinario lo condujo a un encuentro con Samuel, el profeta, quien lo ungió como el primer rey de Israel. Lo que comenzó como una búsqueda común terminó en un llamado divino.
(1 Samuel 9:3–17)

*Eliseo* araba la tierra con doce yuntas de bueyes cuando Elías colocó su manto sobre él. En un instante, lo cotidiano se convirtió en un llamado sobrenatural. Dejó el arado y siguió a Dios hacia una vida marcada por milagros y propósito.
(1 Reyes 19:19–21)

*Nehemías* servía fielmente como copero del rey Artajerjes. Su trabajo era estable, rutinario, pero su corazón se quebrantó al oír la noticia de Jerusalén destruida. En medio de su labor diaria, Dios lo activó para ser un restaurador de muros y del corazón de un pueblo.
(Nehemías 1:1–4; 2:1–8)

*Pedro* estaba ocupado con sus redes cuando Jesús se acercó al mar de Galilea. Un día más de pesca se transformó en un encuentro divino. De pescar peces destinados a morir, pasó a pescar hombres destinados a la vida eterna.
(Lucas 5:1–11)

Dios no necesita un escenario especial para manifestarse.
Él puede revelarse en medio del cansancio, del trabajo, de la búsqueda o de las tareas más simples. Lo importante es tener un corazón sensible para reconocer Su voz cuando interrumpe nuestra rutina.

Estés donde estés, haciendo lo que estés haciendo: trabajando en el campo, lavando platos, arreglando autos, dando clases, cuidando ancianos, atendiendo clientes, expandiendo tu negocio o criando hijos.

Recuerda esto:
*Dios puede irrumpir en tu rutina en cualquier momento y transformar lo ordinario en un propósito eterno.*

*¿Qué tenían en común estos hombres cuando Dios los llamó?*

*1. Estaban ocupados en su labor cotidiana.*
Dios los encontró trabajando, no descansando. Moisés pastoreaba, Saúl buscaba, Eliseo araba, Nehemías servía y Pedro pescaba.
*Dios llama a quienes son fieles en lo pequeño; la diligencia en lo ordinario prepara el carácter para lo extraordinario.*

*2. No buscaban protagonismo, solo eran fieles.*
Cumplían su tarea sin buscar títulos ni reconocimiento, pero la fidelidad en lo oculto atrajo la mirada de Dios.
*La fidelidad silenciosa abre grandes puertas y concede maravillosas oportunidades.*

*3. Estaban en lugares comunes, pero con corazones sensibles.*
No estaban en templos ni montes santos, sino en escenarios cotidianos.
*Dios no busca lugares perfectos, sino corazones disponibles.*

*4. Respondieron con obediencia.*
Cada uno dio un paso cuando Dios interrumpió su rutina: se acercaron, escucharon, siguieron, obedecieron.
*La obediencia inmediata abre el camino al propósito.*

*5. Dios transformó su ocupación en vocación.*
Moisés pasó de pastorear ovejas a pastorear un pueblo; Pedro de pescar peces a pescar hombres.
*Dios no siempre cambia lo que haces, pero sí cambia el propósito por el que lo haces.*

*Reflexión*

1. ¿Estoy dispuesto a que Dios interrumpa mis planes para cumplir los Suyos?

2. ¿Puedo reconocer la voz de Dios en medio de mi rutina diaria?

3. ¿Estoy siendo fiel en lo pequeño, aun cuando parece que nada nuevo sucede?

4. ¿Estoy dispuesto a dejar que Dios cambie mi rumbo si Él decide hacer algo nuevo en mí?

*Oración del día*

Señor, gracias porque no hay día insignificante cuando Tú estás presente.
Abre mis ojos para verte en lo cotidiano y mi corazón para oír Tu voz.
Haz que mi rutina se convierta en terreno fértil para Tu propósito. Quiero estar disponible para alinearme a Tu voluntad y participar en Tus planes para mi vida. En el nombre de Jesús, amén.

*“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.”*
— Colosenses 3:23

¡Bendecido Día!

*TRANSFORMADOS DESDE ADENTRO HACIA AFUERA*  *«No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovació...
13/10/2025

*TRANSFORMADOS DESDE ADENTRO HACIA AFUERA*

*«No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.»*
Romanos 12:2

La palabra transformación que usa el apóstol Pablo proviene del latín transformatio, y su equivalente griego es metamorphousthe, de donde se origina metamorfosis: un cambio que ocurre desde adentro hacia afuera.

Dentro del mundo de los insectos, ninguna criatura ilustra mejor este proceso que la mariposa.
Pero ella no nació con alas ni colores.
Al principio, fue solo una oruga que se arrastraba por la tierra.

*Su ciclo pasa por cuatro etapas:*
Huevo → Oruga → Pupa → Mariposa,
un proceso que dura alrededor de treinta días.

La oruga no se disfraza de mariposa, ni intenta parecerse a una. Solo se alimenta y crece, hasta que llega el momento de entrar en la crisálida, donde ocurre una transformación asombrosa.
Tanto así, que los científicos han comprobado que el ADN de la oruga es distinto al de la mariposa que emerge.
¡Es una nueva criatura!

*La historia del hombre y la mariposa*

Se cuenta que un hombre, observando a una mariposa luchar para salir de su capullo, sintió compasión.
Decidió ayudarla y cortó suavemente la envoltura para facilitarle la salida.
La mariposa emergió fácilmente… pero sus alas estaban débiles y arrugadas.
Intentó volar, pero no pudo.

El hombre no sabía que el esfuerzo para salir del capullo era precisamente lo que fortalecía sus alas y le daba la capacidad de volar.

Así también, a veces queremos que Dios nos libre de los procesos, sin entender que son esos procesos los que fortalecen nuestras “alas espirituales”.
Sin resistencia, no hay crecimiento.
Sin pruebas, no hay madurez.
Y sin transformación, no hay vuelo.

*Transformados como Cristo*

En la vida cristiana, muchos desean tener alas —bendiciones, victorias, ministerios fructíferos—, pero pocos quieren pasar por la etapa de oruga: donde es necesario humillarse, depender y aprender de Dios, alimentándose constantemente de Su Palabra y permaneciendo en Su presencia.

La verdadera metamorfosis espiritual ocurre cuando nos encerramos con Él, en oración, adoración y comunión.
Allí, el Espíritu Santo trabaja en nuestro interior hasta que Cristo se forma en nosotros.

*«No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.»*
Mateo 4:4

Así como la oruga se alimenta constantemente para ser transformada, nosotros necesitamos nutrirnos de la Palabra para que la vida y el poder que porta opere en nosotros y nos renueve cada día.

*Ejemplos bíblicos de transformación*

*Ester:* de una joven huérfana y desconocida a reina usada por Dios para salvar a su pueblo.
(Ester 2–7)

*Moisés:* de un hombre inseguro y tartamudo a un libertador lleno de autoridad.
(Éxodo 3–4)

*Gedeón:* de un hombre temeroso escondido en el lagar a un valiente guerrero que venció con solo 300 hombres.
(Jueces 6–7)

*Pedro:* de impulsivo y temeroso a líder firme de la iglesia primitiva.
(Juan 21; Hechos 2)

*Pablo:* de perseguidor de cristianos a ser uno de los más grandes apóstoles y predicador de la gracia.
(Hechos 9)

Todos pasaron por su “crisálida espiritual”, donde Dios los quebrantó, los procesó y los levantó transformados.

*Reflexión*

1. ¿Estoy permitiendo que Dios me procese o busco atajos para evitar el dolor?

2. ¿Estoy alimentándome diariamente de la Palabra de Dios?

3. ¿Qué áreas de mi vida necesitan entrar en la “crisálida” para ser transformadas por el Espíritu Santo?

*Oración del día*

Señor, gracias porque tu obra en mí no ha terminado.
Aunque a veces no entiendo tus procesos, sé que estás formando en mí algo nuevo.
Ayúdame a confiar, a esperar y a permanecer en tu presencia mientras me transformas.
Fortalece mis alas espirituales para que, cuando llegue el momento, pueda volar alto en tu propósito.
En el nombre de Jesús, amén.

*«Por tanto, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.»*
2 Corintios 5:17

¡Bendecido dia!!!!

DIOS HACE GRANDE LO PEQUEÑO  *«El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en s...
22/09/2025

DIOS HACE GRANDE LO PEQUEÑO

*«El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.»*
Mateo 13:31-32

Muchas veces esperaríamos que el Señor comparara Su Reino con un majestuoso roble o un cedro imponente, árboles grandes y fuertes. Sin embargo, Jesús lo compara con el pequeño grano de mostaza, una semilla diminuta que luego crece hasta alcanzar varios metros de altura.

Este contraste es maravilloso: de lo invisible a lo imponente, de lo pequeño a lo extraordinario. Así es el Reino de Dios. Se inicia con lo que parece insignificante, con personas sencillas y débiles, pero termina produciendo frutos abundantes y alcanzando grandeza.

Cuando Jesús eligió a sus discípulos, no buscó a los más sabios, poderosos o influyentes. Escogió a pescadores, recaudadores de impuestos y hombres comunes. Así nos recuerda el apóstol Pablo:

*«Lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte.»*
1 Corintios 1:27

En la Biblia encontramos ejemplos de cómo Dios se glorifica en lo pequeño:

*•Gedeón,* con apenas 300 hombres, derrotó a un ejército innumerable (Jueces 7).

*•David,* un joven pastor con una simple honda, venció al gigante Goliat (1 Samuel 17).

*•La viuda de Sarepta,* con un poco de harina y aceite, sostuvo al profeta Elías y vio un milagro diario (1 Reyes 17).

El Reino de Dios no se mide por lo que aparenta, sino por lo que Él hace crecer. Aunque tu talento, tu recurso o tu fe parezcan pequeños, en Sus manos se multiplican para cumplir grandes propósitos.

*«Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande.»*
Job 8:7

*Reflexión*

¿Qué dones o talentos considero pequeños, pero que Dios puede usar poderosamente?

¿Estoy dispuesto a poner en las manos de Dios lo poco que tengo, confiando en que Él lo multiplicará?

¿Reconozco que la verdadera grandeza está en depender de Su poder y no de mis capacidades?

*Oración del día:*

Señor, gracias porque en Tu Reino nada es demasiado pequeño para ser usado por Ti. Ayúdame a confiar en que, aunque mis fuerzas, talentos o fe parezcan limitados, Tú puedes hacerlos crecer para Tu gloria. Que nunca desprecie lo poco que tengo, sino que lo ponga en Tus manos, sabiendo que contigo lo pequeño se vuelve extraordinario. En el nombre de Jesús. Amén.

*«El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel.»*
Lucas 16:10

¡Bendecido Día!

*EL PODER DE CONFESAR Y SER RESTAURADO*  *«El que encubre sus pecados no prosperará; más el que los confiesa y se aparta...
20/09/2025

*EL PODER DE CONFESAR Y SER RESTAURADO*

*«El que encubre sus pecados no prosperará; más el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia.»*
— Proverbios 28:13

Reconocer nuestros errores nunca es fácil. Desde el inicio de la creación, el ser humano ha mostrado una tendencia a ocultar sus faltas o culpar a otros.

En el huerto del Edén, cuando Dios confrontó a Adán por haber desobedecido, él culpó a Eva: “La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí” (Génesis 3:12). Y cuando el Señor le preguntó a Eva, ella culpó a la serpiente. Esta actitud no solo mostró falta de responsabilidad, sino que trajo como consecuencia que ambos fueran expulsados del Edén.

Esa misma inclinación a encubrir errores sigue viva en nosotros. Desde pequeños, aprendemos a ocultar o mentir por miedo a las consecuencias, y de adultos seguimos repitiendo ese patrón. Sin embargo, Dios nos muestra otro camino: la confesión sincera y el arrepentimiento genuino.

Confesar no significa simplemente admitir el error, sino reconocerlo delante de Dios con humildad, entender su gravedad y apartarnos de él. David es un gran ejemplo de esto. Después de su pecado con Betsabé, pudo haber seguido encubriendo su falta, pero finalmente confesó delante del Señor: *“Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos”* (Salmo 51:4). Esa actitud de quebrantamiento abrió la puerta al perdón y a la restauración.

Por el contrario, Saúl, cuando fue confrontado por su desobediencia, justificó su pecado culpando al pueblo y excusándose en sacrificios. Su falta de arrepentimiento verdadero le costó el reino (1 Samuel 15).

La diferencia entre ambos es clara: la confesión sincera trae restauración, el encubrimiento trae ruina.

El Espíritu Santo es quien nos da la luz para ver nuestros errores y el valor para reconocerlos. Este es el primer paso hacia una vida restaurada en Cristo.

*Reflexión*

¿Tiendo a justificar mis errores o a culpar a otros cuando fallo?

¿Hay áreas en mi vida que todavía siguen cautivas por el pecado y por el ocultamiento?

¿Estoy dispuesto a abrir mi corazón delante de Dios y reconocer mis pecados para pedir ayuda?

¿He experimentado la libertad que trae la confesión y el arrepentimiento?

*Oración del Día:*

Señor, reconozco que muchas veces he intentado justificarme o encubrir mis errores. Hoy decido presentarme con un corazón sincero delante de Ti. Perdóname, límpiame y restaura mi vida. Dame la valentía para reconocer mis faltas y la gracia para apartarme de ellas. Que Tu Espíritu Santo me guíe en el camino de la verdad y la libertad. Ayúdame en mis flaquezas y debilidades.En el nombre de Jesús, amén.

*“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”*
— 1 Juan 1:9

¡Bendecido Día!

*RENOVADOS COMO LAS ÁGUILAS*  *"El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila."* Salmos 103:5E...
18/09/2025

*RENOVADOS COMO LAS ÁGUILAS*

*"El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila."*
Salmos 103:5

El águila es una de las aves más fascinantes de la creación. Para seguir volando alto, incluso sobre las tormentas, debe atravesar un proceso llamado muda: un tiempo en el que renueva sus plumas, fortalece sus garras y afila su pico.

Las plumas desgastadas limitan su vuelo, dificultan planear y hacen que cada esfuerzo sea mayor; perderlas puede ser incómodo y la deja temporalmente vulnerable. Pero no solo las plumas requieren renovación: el pico y las garras también sufren desgaste con el tiempo. Un pico opaco limita su capacidad de alimentarse y sobrevivir; unas garras debilitadas le impiden sujetarse con fuerza y cazar con eficacia.

De manera similar, nuestra vida espiritual necesita renovación integral. No basta con limpiar hábitos o pensamientos viejos (las “plumas”); también debemos fortalecer nuestro discernimiento y nuestra capacidad de actuar según la voluntad de Dios (el “pico”), y reafirmar nuestra fe (las “garras”) para sostenernos ante las pruebas de la vida.

Cuando permitimos que Dios renueve cada parte de nuestro ser, nos volvemos águilas completas, capaces de volar alto, enfrentar tormentas y cumplir nuestro propósito con libertad y fuerza.

La Biblia nos recuerda:
*"Por tanto, no desmayamos; aunque nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior se renueva de día en día."*
2 Corintios 4:16

En momentos de debilidad, podemos sentirnos como águilas atrapadas en el barro, desanimadas y sin fuerzas. Sin embargo, Dios siempre levanta a otros “águilas”, como hermanos en Cristo o compañeros de batalla, que nos animan, nos alimentan con la Palabra de Dios y nos recuerdan quiénes somos en Él.

Isaías nos inspira:
*"Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán."*
Isaías 40:30-31

*Ejemplo Bíblico*

Elías, tras su gran victoria en el Monte Carmelo, cayó en un profundo desánimo y huyó al desierto (1 Reyes 19). Agotado y sin fuerzas, quiso rendirse. Pero Dios lo renovó: le dio descanso, alimento y una nueva visión de su propósito. Al igual que al profeta, el Señor nos fortalece y nos levanta cuando sentimos que no podemos más, dándonos nuestras “plumas, pico y garras nuevas” para volar sobre las tormentas de la vida.

*Reflexión*

¿Qué cosas en tu vida actúan como “plumas viejas” que te impiden volar alto?

¿Qué aspectos de tu vida necesitan fortalecerse como “pico y garras” para actuar con firmeza y discernimiento?

¿Estás dispuesto(a) a atravesar la incomodidad de la renovación para recibir tus “plumas, pico y garras nuevas” de Dios?

¿Dedicas tiempo para retirarte “a la montaña” con Dios en oración e intimidad?

*Oración del Día*

Señor amado, gracias porque en Ti encuentro la renovación y las fuerzas que mi alma necesita. Ayúdame a dejar atrás lo que me limita y a fortalecer cada parte de mi ser: mis pensamientos, mis decisiones y mi fe. Renúevame en este día para que pueda volar alto, enfrentar las tormentas de la vida y cumplir mi propósito en Ti. Ayúdame también a animar a otros que hoy se sienten atrapados en el barro como águilas desanimadas. Te pido que traigas un renuevo para cada uno de tus hijos. En el nombre de Jesús, amén.

*"Y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno."*
Colosenses 3:10

Recuerda siempre: como las águilas, fuiste creado para surcar alturas y no para quedarte en el suelo.

¡Bendecido Día!

*AFILANDO NUESTRA HACHA*  *“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho f...
15/09/2025

*AFILANDO NUESTRA HACHA*

*“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”* — Juan 15:5

Un joven leñador comenzó su trabajo con gran entusiasmo. El primer día cortó muchos árboles, pero con el paso del tiempo, aunque trabajaba con más esfuerzo, sus resultados disminuían. Frustrado, se acercó a un leñador experimentado y le preguntó:
—¿Por qué, aunque me esfuerzo más, cada día corto menos árboles?

El anciano le respondió con sabiduría:
—Ese es tu error. Si no afilas el hacha, cada golpe pierde efectividad. Dedicar tiempo a afilarla no es perder tiempo, sino asegurar mejores resultados.

*“Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir.”* — Eclesiastés 10:10

Al igual que el hierro, nuestra vida y nuestro servicio necesitan estar “afilados” para ser eficaces. Intentar servir sin preparación, sin intimidad con Dios, solo nos lleva al agotamiento; a la frustración y a resultados limitados. Afilar nuestra hacha espiritual significa pasar tiempo en oración, meditar en la Palabra y depender de la sabiduría, la gracia y la dirección del Espíritu Santo.

*Ejemplos bíblicos:*

*•Sansón:* cuando el Espíritu del Señor estaba sobre él, vencía ejércitos; pero cuando se apartó de Dios, no pudo vencer ni a un grupo pequeño (Jueces 16).

*•Marta y María:* Marta estaba muy ocupada sirviendo, pero María eligió lo mejor: estar a los pies de Jesús (Lucas 10:38-42).

*•Pedro y los discípulos:* trabajaron toda la noche pescando sin obtener resultados, pero al obedecer la instrucción de Jesús de echar la red nuevamente, recogieron una pesca tan grande que las redes casi se rompían (Lucas 5:1-7).

*•Jesús* mismo: antes y durante su ministerio, Él se apartaba regularmente para pasar tiempo en oración y comunión con el Padre. Comenzó su ministerio con 40 días de ayuno y oración (Mateo 4:1-11) y, aun estando ocupado cumpliendo su misión, muchas veces pasaba noches enteras en oración para recibir dirección y fuerza. Su intimidad con el Padre era la fuente de todo su poder y eficacia.

*Reflexión:*

¿Cómo está mi comunión con Dios? ¿Estoy tan ocupado sirviendo que olvido pasar tiempo con Él?

¿Dedico espacio diario para afilar mi hacha espiritual con oración y Palabra?

¿Confío en mis fuerzas, o en la dirección del Espíritu Santo para dar fruto?

*Oración del día:*
Señor Jesús, reconozco que separado de Ti nada puedo hacer. Perdóname por las veces que me he cansado sirviendo sin detenerme a buscarte. Enséñame a afilar mi hacha en Tu presencia, a depender de Tu Espíritu y a servir con fruto que permanezca. En el nombre de Jesús. Amén.

*“No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.”* — Zacarías 4:6

Recuerda: servir sin intimidad desgasta; cultivar tu relación con Dios fortalece y produce abundantes frutos.

¡Bendecido Día!

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