02/08/2025
La escuela ya había cerrado.
La niña seguía ahí, solita, con su mochila en los pies y la mirada perdida.
No había nadie. Ni un maestro, ni un familiar.
Solo ella… y un oficial que pasaba.
Él pudo haberse ido.
Pudo pensar: “no es mi problema”.
Pero no.
Se quedó.
Se quedó de pie, a su lado, como escudo silencioso.
Sin hacer preguntas, sin presionar. Solo estando ahí…
…hasta que se aseguró de que la niña estuviera completamente a salvo.
En un mundo donde lo malo se vuelve viral en segundos,
estos gestos deberían ser portada.
Porque un uniforme no hace héroes…
pero el corazón que hay detrás, sí.
Gracias a los que todavía cuidan.
A los que se quedan.
A los que no necesitan cámaras para hacer lo correcto.
El mundo necesita más personas así.
–Susana Rangel 👮🏼♀️☕️✍️💬