19/07/2025
Estado eficiente y obra pública en países desarrollados
1. La obra pública como motor de desarrollo
Países como Alemania, Canadá, Japón o Estados Unidos invierten entre el 2% y el 5% de su PBI en infraestructura pública: carreteras, transporte, hospitales, escuelas, redes de agua y energía.
En Noruega, Dinamarca y Suecia, la infraestructura pública se asocia al concepto de bien común y a la competitividad económica.
Ejemplo: Noruega dedica el 4,5% del PBI a infraestructura y mantenimiento de rutas y transporte ferroviario.
Estados Unidos aprobó en 2021 un plan de inversión en infraestructura por US$ 1,2 billones, con énfasis en carreteras, puentes, internet de alta velocidad y redes de energía limpia.
2. Salud y educación como pilares
Sistema de salud universal:
Países como Reino Unido (NHS), Francia y Canadá financian hospitales públicos y servicios médicos gratuitos o de bajo costo para la población.
Según la OCDE, todos los países desarrollados tienen al menos un 70% de cobertura estatal en salud.
Educación pública de calidad:
Finlandia, Alemania y Japón invierten más del 5% del PBI en educación pública, con escuelas gratuitas, docentes bien pagos y universidades accesibles.
Esto asegura igualdad de oportunidades y mano de obra calificada, clave para su crecimiento económico.
3. Seguridad y protección social
En la Unión Europea, el gasto en seguridad social y protección del ciudadano ronda el 25-30% del gasto público total.
Contención social: Subsidios por desempleo, ayuda a familias vulnerables y programas de vivienda son comunes en Francia, Alemania, Países Bajos y Canadá.
Policías y sistemas de seguridad bien equipados y formados son financiados por el Estado, garantizando orden y respeto a las leyes.
4. Estado eficiente vs. Estado ausente
Los países desarrollados no se caracterizan por la ausencia del Estado, sino por un Estado eficiente, transparente y con reglas claras.
Tienen organismos de control, digitalización de trámites y políticas anticorrupción para optimizar recursos.
En lugar de recortar totalmente el gasto, reorientan el presupuesto hacia áreas que generan impacto positivo: salud, educación, ciencia, tecnología e infraestructura.
5. Lecciones para Argentina
Eliminar la obra pública o reducir el Estado a su mínima expresión no es el modelo de los países avanzados.
Lo central es mejorar la eficiencia, eliminar la corrupción y planificar obras que generen empleo y desarrollo.
Un Estado moderno debe invertir en rutas, escuelas, hospitales, ciencia y seguridad, al tiempo que facilita la inversión privada.
Conclusión
Los países más desarrollados son prueba de que:
Obra pública planificada + servicios sociales fuertes = desarrollo y bienestar.
El debate no es “Estado grande o chico”, sino un Estado eficiente que invierte donde la sociedad más lo necesita.