31/08/2025
FILETÓN: POR TEAPO (27) 31-08 -25
Rumbo a la segunda vuelta de octubre de este 2025, las bolivianas y los bolivianos tienen todo el poder de participar en la construcción de un verdadero proyecto de poder democrático signado por la autoridad de delegar su representación a verdaderos líderes capaces de administrar el bien común con un mínimo de decencia, pensando se trata de un legado histórico de los pueblos autóctonos de esta parte del mundo, y a cuyos descendientes se lo excluyó de la vida nacional y encontraron en un caudillo cocalero una posible respuesta, expropiada por las castas dominantes en el contexto de la guerra federal de 1899 al Gran Zarate Willka, ahí empieza el itinerario inconcluso del pensamiento zabalatiano sobre lo “nacional popular”, perversamente tergiversado por los apologistas del socialismo del S.XXI en la República de Bolivia, rememorando con odio y rencor “la querella del poder” donde René Zabaleta Mercado lee la derrota de la Guerra del Pacifico frente a Chile, lograda por su estado-nación ausente en los bolivianos abigarrados, cuya oligarquía a diferencia de la chilena y peruana solo pensaba en sus intereses de casta y no en los defensores de la heredad nacional; lo demuestra la historia contemporánea cuando una oligarquía estatal sin norte ni sur, intenta recuperar las “costas del progreso” a través de una demanda ante la Haya y acaba perdiendo “soga y cabra”; es decir el mar y las aguas del Silala; por lo mismo acaecido en la derrota de la guerra del pacifico. En este contexto, no fue suficiente cocieran la enseña patria con metralla en la humanidad de María Barzola como preámbulo de la Revolución Nacional de 1952, mientras Zabaleta Mercado lee el abigarramiento desarticulado de las oligarquías bolivianas y su falta de uniformidad, los malos lectores de la historia nacional se hacen creer a ellos mismos, fueron capaces de construir lo nacional popular sin aprender de la historia, y obviamente ahora están mimetizados en ese “hasta la victoria…” del paraguas de la mediocridad representado por la seudo izquierda boliviana, y su paraguas de la mediocridad corresponsable de la actual debacle abigarrada de “lo nacional popular”. El poder delega autoridad y esta se administra con líderes, no caudillos como ha ocurrido en estos últimos veinte años; ha llegado la hora de participar en la segunda vuelta como bolivianos, sin colores, razas o etnias; debemos poner en práctica los legados de nuestros ancestros; dejar de ser “ladrones”, “flojos” y “mentirosos” y reapropiarse de lo robado y timado por los colonizadores externos e internos sin norte menos sur ¿No ve?
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