
15/06/2025
❤️ “Para mi papá, la Chilindrina no era solo una compañera de trabajo… era como una hija más.”
Así describo el lazo tan fuerte y sincero que unió a mi padre con María Antonieta de las Nieves.
Cuando viajaban por Latinoamérica, papá tenía una costumbre muy especial: al llegar al hotel, sacaba las fotos de sus hijos y las ponía en orden sobre la mesa… una por una. Pero siempre, al final, colocaba también una foto de María Antonieta.
La incluía como parte de su familia. Porque lo era.
Ese cariño fue mucho más allá de los personajes que interpretaban. Ella lo veía como a un padre, y él la sentía como una hija, dentro y fuera del escenario.
Me conmovió profundamente saber que, estando en Perú, en plena función, María Antonieta se enteró del fallecimiento de mi papá durante el intermedio. Se descompensó y fue trasladada al hospital. No pudo continuar el show.
Así de hondo era ese vínculo.
Hoy, ella me llama “hermanito” y yo la abrazo como si fuera mi hermana de sangre.
Esa es una de las herencias más bonitas que me dejó mi padre: el amor eterno de una mujer increíble.
El lazo que los unió no se ha perdido con los años, al contrario… se ha fortalecido.
Con Edgar Vivar y Carlos Villagrán también hubo mucha amistad, pero lo de María Antonieta fue distinto. Fue un amor de familia. Y lo será para siempre.
😯 Una historia real que merece ser recordada.