07/03/2025
"Dios cambió tu situación y ni siquiera lo sabes. Sólo dile: ¡Gracias!
Dios dice: “Siempre que Satanás corrompe al hombre o le inflige un daño desenfrenado, Dios no se queda ahí ocioso ni tampoco se echa a un lado, ni hace la vista gorda con aquellos que Él ha elegido. Dios entiende con toda claridad todo lo que Satanás hace. Independientemente de lo que haga Satanás, de la tendencia que haga surgir, Dios sabe todo lo que él está intentando hacer y no abandona a Sus elegidos. En cambio, sin llamar la atención, en secreto, silenciosamente, Dios hace todo lo necesario. Cuando Dios empieza a obrar en alguien, cuando ha escogido a alguien, no proclama esta noticia a nadie ni tampoco a Satanás, y mucho menos hace gestos grandilocuentes. Él hace lo necesario muy callado y de forma muy natural. En primer lugar, selecciona una familia para ti; tus antecedentes familiares, tus padres, tus ancestros, todo esto Dios lo decide por adelantado. En otras palabras, Dios no toma estas decisiones por antojo, sino más bien empezó esta obra hace mucho. Una vez que Dios ha escogido una familia para ti, también elige entonces la fecha en la que nacerás. Luego Dios te observa mientras naces y llegas al mundo llorando, contempla tu nacimiento, te ve cuando pronuncias tus primeras palabras, cuando tropiezas y das tus primeros pasos, cuando aprendes a caminar. Primero das un paso, y después otro; y ahora puedes correr, saltar, hablar y expresar tus sentimientos… A medida que las personas crecen, la mirada de Satanás está fija en cada una de ellas, como el tigre que observa detenidamente a su presa. Sin embargo, al hacer Su obra, Dios nunca ha estado sujeto a ninguna limitación procedente de personas, sucesos o cosas, de espacio ni de tiempo; hace lo que debería y lo que debe. Durante tu crecimiento, tal vez te encuentres con muchas cosas que no te gustan, como enfermedades y frustración. Sin embargo, al caminar por esta senda, tu vida y tu futuro están estrictamente bajo el cuidado de Dios. Él te proporciona una garantía genuina que te durará toda la vida, porque está justo a tu lado, protegiéndote y cuidándote. Tú, sin saberlo, vas creciendo. Empiezas a entrar en contacto con cosas nuevas y empiezas a conocer este mundo y a esta humanidad. Todo es fresco y nuevo para ti. Hay cosas que te gusta hacer. Vives en tu propia humanidad, en tu propio espacio y no tienes ni la más mínima percepción sobre la existencia de Dios. Sin embargo, Él te observa en cada paso del camino mientras maduras, y te observa en cada paso que das hacia adelante. Incluso cuando estás aprendiendo conocimiento o estudiando ciencia, Dios no se ha apartado de tu lado nunca, ni un solo paso. En esto eres exactamente igual a otras personas, en el transcurso de conocer el mundo e involucrarte en él, has establecido tus propios ideales, tienes tus propios pasatiempos, tus propios intereses y albergas nobles ambiciones. Con frecuencia meditas sobre tu propio futuro, y a menudo haces bosquejos de cómo debería verse tu futuro. Pero, independientemente de lo que suceda a lo largo del camino, Dios lo ve suceder todo con claridad. Tal vez tú mismo hayas olvidado tu propio pasado, pero para Dios, no hay quien pueda entenderte mejor que Él. Vives bajo la mirada de Dios, creciendo, madurando. Durante este periodo, la tarea más importante de Dios es algo que nadie percibe jamás, algo que nadie sabe. Ciertamente, Dios no se lo cuenta a nadie. Entonces, ¿qué es esto tan crucial? Se puede afirmar que es la garantía de que Dios salvará a la persona. Esto significa que si Dios quiere salvarla, debe hacerlo. Esta tarea es vitalmente importante tanto para el hombre como para Dios. ¿Sabéis qué es esto? Parecería que no tuvierais ningún sentimiento al respecto ni ningún concepto de ello, así que os lo diré. Desde el momento en que naciste, hasta el momento presente, Dios ha llevado a cabo mucha obra en ti, pero no te rinde cuentas de forma detallada de cada cosa que ha hecho. Dios no te ha permitido saberlo ni te lo ha dicho. Sin embargo, para la humanidad, todo lo que Él hace es importante. En lo que concierne a Dios, es algo que debe hacer. En Su corazón hay algo importante que necesita hacer y que sobrepasa por mucho a cualquiera de estas cosas. Pues es que, desde el momento en que nace una persona hasta el día de hoy, Dios debe garantizar su seguridad. Cuando escucháis estas palabras, podéis sentiros como si no entendierais por completo. Quizás os preguntéis: “¿Es tan importante esta seguridad?”. ¿Cuál es, pues, el significado literal de “seguridad”? Tal vez entendáis que significa paz o que nunca experimentaréis desastres o calamidades, que viviréis bien, que llevaréis una vida normal. Pero en vuestro corazón, debéis saber que no es tan simple. ¿Qué es exactamente esto de lo que os he estado hablando, que Dios tiene que hacer, entonces? ¿Qué significa seguridad para Dios? ¿Es realmente una garantía del significado normal de “seguridad”? No. Entonces, ¿qué es esto que Dios hace? Esta “seguridad” significa que no serás devorado por Satanás. ¿Es esto importante? No ser devorado por Satanás, ¿tiene que ver con tu seguridad o no? Sí, esto tiene que ver con tu seguridad personal, y no puede haber nada más importante. Una vez que has sido devorado por Satanás, tu alma y tu carne ya no le pertenecen a Dios. Él ya no te salvará. Dios abandona a las almas y a las personas que han sido devoradas por Satanás. Por tanto, afirmo que lo más importante que Dios tiene que hacer es garantizar esta seguridad tuya, garantizar que no seas devorado por Satanás. Esto es muy importante, ¿no es así? ¿Por qué no podéis, pues, responder? ¡Parecería que no sois capaces de sentir la gran bondad de Dios!”"