22/07/2025
Por una política que construya, no que destruya
Como mujeres de Arauca, tejedoras de comunidad, constructoras de paz en medio del conflicto, cuidadoras de la vida en este territorio históricamente golpeado por la guerra, el abandono estatal, la explotación petrolera sin responsabilidad ambiental y ahora por los efectos devastadores del cambio climático, alzamos nuestra voz ante la creciente violencia verbal y política que se ha instalado en el país.
Lo hacemos con preocupación, pero también con profunda reflexión.
El reciente discurso de la congresista Lina Maria Garrido, cargado de señalamientos, descalificaciones y un tono confrontativo, ha desencadenado una ola de reacciones marcadas por la violencia: enfrentamientos entre sectores políticos, ataques en redes sociales y un ambiente de polarización que preocupa. Este no es un hecho aislado, sino el reflejo de una forma de hacer política que hiere, que agota, que fractura. Una política que se aleja de los caminos que muchas mujeres hemos construido con esfuerzo, desde la palabra, el respeto y el compromiso con la transformación de nuestros territorios.
No hablamos desde la rabia fácil ni desde el oportunismo. Hablamos desde el dolor de haber creído. De haber apostado alguna vez por un liderazgo que prometía representar a las mujeres, con un proyecto que buscaba dignificar la vida en Arauca.
Fuimos muchas quienes alzamos la voz cuando se le negó el aval, quienes desafiamos el machismo político, quienes creímos que una mujer en el Congreso sería también la voz de tantas otras. Hoy, con tristeza, vemos cómo ese liderazgo toma el camino de la confrontación, del ataque sin argumentos, de la búsqueda de poder a cualquier costo. Y, más grave aún, lo hace desde el lugar de la violencia simbólica que alguna vez dijo rechazar.
La política no puede seguir siendo un espacio donde se impone quién grita más fuerte, quién señala con más rabia, quién destruye más. El país necesita liderazgos que sanen, no que hieran. Que escuchen, no que insulten. Que gestionen con datos y resultados, no que dividan con discursos vacíos.
Nosotras, las mujeres de Arauca, no dejaremos de creer en la política como herramienta para la transformación. Pero lo haremos desde el respeto, desde la palabra que cuida, desde el ejercicio ético del poder, no desde la arrogancia ni la instrumentalización de las luchas feministas para luego traicionarlas.
Rechazamos toda forma de violencia política. La oposición es legítima, sí, pero debe ejercerse con respeto, responsabilidad y altura moral.
Seguimos aquí, construyendo desde lo cotidiano, desde la dignidad, desde el amor por este territorio que tantas veces ha sido silenciado. No nos rendimos. No nos callamos.
Por una política que escuche. Que repare. Que construya.
Nosotras AHORA
RTVC Sistema de Medios Públicos
matador
.
ONU Mujeres Colombia Feminist