09/05/2025
Escándalo en el Ejército: Teniente Coronel recién ascendido es asegurado en Centro Cárcelario por presunta Concusión a soldados en Nariño
Ipiales, Nariño – Un nuevo escándalo sacude al Ejército Nacional. El teniente coronel Diego Alejandro Parga Caro, quien asumió el mando del Batallón de Ingenieros N.° 23 (BIANG 23) en Ipiales el 17 de diciembre de 2024, fue imputado y enviado a prisión por presuntos actos de corrupción.
La Fiscalía General de la Nación y la Justicia Penal Militar le imputaron los delitos de concusión en concurso con abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto, tras una investigación iniciada el 30 de enero de 2025 por parte de la Sijin Nariño y Fiscalía.
Según el expediente, el oficial habría supuestamente exigido pagos de $120.000 pesos a cada uno de los 37 soldados regulares de una compañía constructora del batallón, bajo la promesa de facilitar su licenciamiento con conducta ejemplar.
Durante la audiencia, la juez teniente coronel Mónica Bustos Sánchez reveló que existen evidencias de supuestos gastos personales del oficial cubiertos con recursos de la institución, incluyendo el pago de servicios de internet en su residencia familiar y peajes relacionados con actividades privadas.
El caso se complica aún más con la captura previa del mayor Enrique Camilo Diago Benavides, segundo comandante del mismo batallón, quien permanece privado de la libertad en Bogotá desde marzo de este año por hechos relacionados.
El abogado defensor de Parga Caro intentó revertir la decisión solicitando detención domiciliaria, aludiendo casos similares como los del expresidente Álvaro Uribe y Nicolás Petro. Sin embargo, la juez ratificó la medida intramural argumentando falta de pruebas contundentes que permitieran otorgar un beneficio legal al imputado.
Por ahora, el teniente coronel permanecerá en las instalaciones del batallón de Pasto, bajo custodia militar, hasta que las autoridades designen un centro de reclusión adecuado para oficiales. Se espera que la defensa presente una apelación en los próximos días.
Este caso deja al descubierto prácticas preocupantes dentro de la estructura castrense y abre un debate sobre la transparencia en el manejo de recursos y el trato a los soldados regulares.