06/09/2024
Entre Malabares y Recuerdos: La Historia de un Reencuentro
Hola a todos, soy W***y Clown, y quiero compartir con ustedes una parte especial de mi vida. Todo comenzó en nuestra querida Ciudad Bonita en 1983. Leo Escribo y yo nacimos en el mismo año, él un 23 de abril y yo el 9 de mayo. Aunque crecimos en barrios distintos—Leo en la comuna oriental y yo en el centro—nuestras familias eran humildes pero llenas de vida y historias.
Mi familia estaba en el negocio de las ventas ambulantes. Mi padre, que vendía periódicos, y mi madre, con su energía paisa, vendía de todo. Creo que por eso nunca me asustó el público, siempre estaba acostumbrado a estar bajo la mirada de los demás. Por otro lado, los padres de Leo estaban inmersos en el arte y la construcción. Su padre era maestro de construcción y amante de las artesanías, mientras que su madre era artista del calzado y ama de casa.
En nuestra infancia, nuestros sueños eran bastante distintos. Leo pensaba en ser veterinario, o quizás un pirata del Caribe, aunque luego se inclinó hacia el diseño gráfico. Yo, en cambio, soñaba con ir a la NASA, aunque más tarde me interesé por la ingeniería ambiental. No entendía muy bien por qué, pero esos eran mis sueños.
Nunca imaginé que el circo y el arte del payaso entrarían en nuestras vidas. Nos conocimos en un semáforo. Leo estaba allí impresionando a la gente con su talento, y yo, con unos malabares en la mochila, llamé su atención. Así comenzó nuestra conexión.
Nos empezamos a encontrar más a menudo, compartiendo ideas y sueños. Empezamos a actuar juntos en ese mismo semáforo y decidimos hacer tarjetas para buscar un público que disfrutara de nuestro arte. En 2009, fuimos contratados para la inauguración del restaurante Bar Maroma, y desde entonces, la gente no dejó de venir a vernos cada fin de semana.
Después de eso, nuestras actuaciones nos llevaron a centros comerciales, colegios, eventos empresariales y festivales nacionales e internacionales. Así nació Mundo Clown W***y. Fue un viaje increíble, pero con el tiempo, Leo y yo tomamos caminos diferentes. Él creó El Circo de la Luz Roja, y yo seguí con Mundo Clown W***y.
Hoy, a los 41 años, después de un viaje por Sudamérica, se habla de un posible reencuentro. La idea de volver a presentar nuestra obra "Jugando al Circo" me emociona mucho. Aunque nuestros caminos se separaron, nuestra amistad sigue siendo fuerte. Nos reímos de las anécdotas y valoramos la conexión que siempre tuvimos.
No puedo terminar este texto sin antes agradecer a todas las personas que nos han permitido llevar nuestro arte por todas partes. Quiero hacer un reconocimiento especial a nuestro amigo y empresario Oscar Mauricio Raguá Rueda, quien fue el primero en creer en nuestro talento cuando apenas buscábamos una oportunidad comercial. También agradecemos a todos los que siguen creyendo en nuestro proyecto artístico. Su apoyo ha sido fundamental en nuestro camino.
Si alguna vez viste nuestra magia en el escenario, te invito a dejar un mensaje de apoyo. ¡Queremos saber si estás tan emocionado como nosotros por la posibilidad de volver a vernos juntos!