23/09/2025
En Cúcuta, pagar la luz ya no es solo un golpe al bolsillo: es un riesgo para la vida. Mientras la ciudad arde con temperaturas que superan los 35 grados, los recibos de CENS llegan inflados, con cargos difíciles de entender y un servicio lleno de fallas. Aquí no hablamos de un lujo: hablamos de sobrevivir al calor.
Según la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, el costo unitario en Cúcuta está en $871,39 COP/kWh, frente a un promedio nacional de $916 COP [Superservicios, 2025]. Sobre el papel parece más bajo, pero en la práctica las facturas son igual o más pesadas que en otras ciudades. ¿Por qué? Porque la regulación permite que CENS traslade al usuario no solo su consumo real, sino también parte de las pérdidas técnicas y hasta las no técnicas —como el robo de energía—, dentro de los márgenes que reconoce la CREG. En otras palabras, los cucuteños pagamos incluso por la luz que nunca usamos.
El drama no es solo económico. El calor extremo golpea a recién nacidos, adultos mayores y enfermos crónicos, que dependen de un ventilador o un aire acondicionado para poder descansar. Cuando hay apagones o bajones de voltaje, son ellos quienes sufren las consecuencias inmediatas: golpes de calor, desmayos y riesgos reales para la salud.
A esto se suman los daños en electrodomésticos: neveras, televisores, lavadoras y ventiladores se dañan por las fluctuaciones, y reclamar es casi imposible. CENS se escuda en la burocracia, y el ciudadano termina pagando por el aparato dañado y por el mismo recibo que causó la pérdida.
La empresa repite que hay subsidios, pero no olvidemos que esos subsidios salen del bolsillo de los contribuyentes [MinMinas]. No son un regalo: al final, pagamos la cuenta por todos lados, sea en la factura, en los impuestos o en los equipos dañados.
Cúcuta no merece un servicio eléctrico que castigue a su gente. La energía es un derecho vital, no un negocio de excusas. CENS debe asumir su responsabilidad: dejar de inflar los recibos y garantizar un servicio digno a una ciudad que ya carga con suficiente calor y dificultades.