01/03/2023
Hoy, antes de dormir, me miro unos años atrás, con la impotencia de no poder recuperar todo lo que he perdido, y no me refiero a algún bien material o a alguna persona en especial, me refiero a mí, ante todo. Cuánto no diera por recuperar mi risa, mi alegría, mi fe, la esperanza, mi confianza, hasta por qué no el amor, cuánto no diera por volver a ser el mismo chico de hace unos años, aquel que tenía claro lo que quería en su vida y lo que no, pero hoy es diferente, la vida golpea tan fuerte que aveces cuesta mucho levantarse e incluso cuando lo haces, deambulas echo trizas ocultado por una falsa sonrisa que muy pocos llegan a notar, después de cada golpe no vuelves a hacer el mismo, sólo esperas que exista otra oportunidad para enmendar cada error sin pensar que las segundas oportunidades son sólo nuevos errores por cometer cuando no son en el momento justo, ¿Y entonces cuándo es el momento? He ahí la pregunta, he ahí el caso, nadie sabe, sólo queda esperar, ahí data el concepto de no vivir y sólo existir, por eso cuánto no daría por volver a vivir, por revivir esa primera oportunidad y hacer las cosas como tuvieron que ser desde un principio, y tal vez, volver a ser yo.
- Alejandro Vásquez
Uno de los escritos de mi libro:
