
26/09/2025
A veces nuestra mente no se detiene, pensamos y pensamos hasta quedarnos sin fuerzas, y lo único que logramos es perder la paz. Pero cuando decides orar, confiar y soltar lo que no puedes controlar en las manos de Dios, algo extraordinario sucede: tu corazón descansa, tu carga se aligera y tu alma encuentra calma en medio de la tormenta. Porque lo que hoy parece imposible para ti, en las manos de Dios ya tiene solución.