30/10/2025
Un hombre francés llamado Dagobert Renouf decidió romper todos los esquemas y llevar el marketing… ¡hasta el altar! En lugar de gastar una fortuna en su matrimonio, este creativo encontró una forma bastante original de financiar su boda: vendió espacios publicitarios en su traje.
Sí, así como se lee. Renouf convirtió su esmoquin en un verdadero panel de anuncios, ofreciendo lugares para que 26 startups tecnológicas cosieran sus logotipos en él. Las empresas, encantadas con la idea, aprovecharon la visibilidad del evento y lo patrocinaron.
El resultado fue todo un fenómeno viral: mientras algunos aplaudieron su ingenio por combinar amor y emprendimiento, otros criticaron la decisión por mezclar lo personal con lo profesional.
Pero lo cierto es que Renouf logró lo que pocos: financiar su boda con creatividad, sin endeudarse y, de paso, darle visibilidad a los proyectos que admira.
Una historia que demuestra que, con un poco de audacia, hasta el amor puede ser una buena inversión. ❤️
¿Le pondría publicidad a su traje de boda? Déjanos tu opinión en los comentarios
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