
30/09/2025
Mi testimonio muestra Su fidelidad
Reconoce que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Somos su pueblo y ovejas de su prado. Salmos 100:3
Cuando miramos atrás y repasamos nuestra historia, descubrimos que hay un hilo invisible que lo ha sostenido todo: la fidelidad de Dios. En cada temporada, en los momentos de alegría y también en los más oscuros, su amor ha estado presente, firme y constante. Tal vez no siempre entendimos el proceso, pero con el tiempo podemos ver que Él nunca nos dejó solos.
Dios no falla, no cambia, no abandona. Aunque otros puedan apartarse, sus brazos siempre se extienden para sostenernos. Esos brazos han sido refugio en medio de tormentas, seguridad cuando todo temblaba y paz cuando el corazón se quebraba. La vida con Él no está exenta de pruebas, pero sí está marcada por una fidelidad que no depende de nuestras fuerzas, sino de su naturaleza perfecta.
Cada historia de fe es un testimonio vivo de su bondad. Son pequeños recordatorios de que si Él lo hizo antes, lo volverá a hacer. Por eso, nuestra vida debe convertirse en un canto continuo de gratitud. No es solo contar milagros pasados, sino también reconocer que aún hay capítulos por escribir, donde Dios seguirá mostrando su poder y amor inquebrantable.
A veces olvidamos lo que ya hizo, nos concentramos en lo que falta o en lo que duele. Pero cuando decidimos recordar, cuando abrimos la boca para testificar, nuestra fe se fortalece y nuestra perspectiva cambia. Dios ha sido fiel, es fiel hoy y lo seguirá siendo mañana. Y mientras tengamos aliento, tendremos historias que contar de su bondad.
Sebastián Álvarez Díaz
Jóvenes Cristianos Col