
06/08/2025
Un nuevo despertar desde el amor inmerecido
Salmo 51 - Andrés Hernández https://youtu.be/XDA1Xz2spL8?si=DueLbxRmqP43ioRS
Salmos 51:10 – Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.
Hay momentos en los que lo único que podemos ofrecerle a Dios es un corazón quebrantado. No una fachada religiosa, no una lista de logros espirituales, sino simplemente lo que somos: débiles, a veces rotos, pero sinceros. Y es precisamente ahí, en medio de nuestras fallas, donde el amor de Dios brilla con más fuerza. No nos rechaza, no se aleja, no nos señala… Él se queda. Nos limpia. Nos restaura.
Dios no está interesado en sacrificios vacíos o apariencias externas. Lo que Él desea es nuestra alma rendida, nuestra disposición honesta de ser transformados. Su perdón no solo borra nuestro pasado, también nos levanta con una nueva identidad. Ya no caminamos marcados por la culpa, sino impulsados por Su gracia. Él nos ha dado vida, y vida en abundancia.
El sacrificio de Jesús fue suficiente. Su sangre nos hizo libres. No importa cuánto hayamos fallado, si venimos a Él con un corazón genuino, nos da la oportunidad de comenzar otra vez. En su presencia hay libertad, hay gozo, hay paz. Es un nuevo despertar para el alma.
Hoy es un buen día para tomar esa decisión firme: no volver atrás. Caminar en fe, con la mirada puesta en Aquel que no se rindió con nosotros, incluso cuando nosotros sí lo hicimos. Que nuestra vida sea una respuesta a ese amor inmerecido. No como un esfuerzo por pagar lo que ya fue pagado, sino como un acto de gratitud eterna.
Sebastián Álvarez Díaz
Jóvenes Cristianos Col