29/04/2025
Un hombre de barba y sombrero sube al escenario. Lleva un libro en sus manos, lo muestra al público, pero no lo lee. Declama sus poemas de memoria, con destreza y potencia en la voz se adueña del momento.
Sus escritos evocan al campo, de pronto dibujan plantaciones de café y árboles frutales, gotas de agua, aire fresco, uvas. Del campo surgieron sus primeros escritos, dulces y vivos como las papayas, nísperos o granadillas de su infancia.
Él es Erasmo Rodríguez Barreto, un educador pensionado, observador de los pequeños detalles de la vida, que va dejando versos por las calles de Roldanillo, en el Valle del Cauca, Colombia.
Empezó a dar sus primeros pasos literarios a los 11 años de edad, cuando estudiaba en la escuela y descubrió libros de poesía infantil. De inmediato esos escritos lo capturaron y fue así como empezó a crear sus propias historias, motivado también por su madre, que, de vez en cuando, escribía coplas sobre el diario trajín del campo.
El amor a las letras lo llevó a la educación, su forma de ganarse la vida por muchos años, sin dejar a un lado la poesía, fiel compañera que le ha seguido siempre. “Voy siempre con la poética por la vida”, asegura.
Autor de varios libros de poesía y cuento, Erasmo es un escritor apasionado por el oficio. Con él conversamos en esta ocasión, para conocer más a fondo su trayectoria y su visión de hombre de letras…
Lea la entrevista completa en nuestro sitio web:
Un hombre de barba y sombrero sube al escenario. Lleva un libro en sus manos, lo muestra al público, pero no lo lee. Declama sus poemas de memoria, con destreza y potencia en la voz se adueña del momento.Sus escritos evocan al campo, de pronto dibujan plantaciones de café y árboles frutales, got...