Hablemos la verdad con el Padre Iván

Hablemos la verdad con el Padre Iván EVANGELISTICO INFORMATIVO OPINIÓN

11/12/2024
24/11/2024

*¿Estamos dando a Dios el lugar que merece?*

Es un privilegio estar delante de Dios.
El salmista dice; *Que alegría, cuando me dijeron vamos a la casa del Señor*.

En los tiempos bíblicos, Jesús y los apóstoles dedicaban largas horas a enseñar y compartir la Palabra de Dios. Las multitudes seguían a Jesús y permanecían con Él durante todo el día, escuchando sus enseñanzas sin importar la incomodidad o el cansancio. Ejemplo de esto es lo que ocurrió antes del milagro de la alimentación de los cinco mil:
*"Y salió Jesús, y comenzó a enseñarles muchas cosas"* (Marcos 6:34).

Sin embargo, hoy en día, muchos creyentes muestran actitudes que reflejan una desconexión espiritual: se quejan de que la Eucaristía o los servicios son demasiado largos. *Dicen; el padre de demora, media hora de sermón, es mucho una hora, él cree que no tenemos nada que hacer y otros.* o piensan que con asistir una vez al mes o al año han cumplido su compromiso con Dios. Esto contrasta profundamente con la dedicación de los primeros cristianos, quienes *"todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo"* (Hechos 5:42).

¿Qué ha cambiado?

1. **El orgullo y la falta de hambre espiritual**
En muchos casos, la queja sobre la duración de los servicios refleja una falta de interés en las cosas de Dios. El orgullo puede llevarnos a pensar que "ya sabemos lo suficiente", pero la realidad es que nuestro espíritu necesita ser alimentado continuamente con la Palabra, así como Pablo enseñó durante horas en Troas:
*"Pablo les enseñaba... y alargó el discurso hasta la medianoche"* (Hechos 20:7).
Si estamos más dispuestos a dedicar tiempo a un concierto que dura 5 a 6 horas, un evento secular que a Dios, debemos reflexionar si estamos siguiendo al Señor de verdad o buscando un "dios a nuestra medida", un dios que no nos incomode ni nos exija.

2. **La falta de fe y comunión con Dios**
Las excusas para no participar activamente en la vida de la iglesia revelan nuestra falta de comunión con Dios. Los cristianos de los primeros tiempos buscaban continuamente conocer más de Jesús, como los líderes judíos que escucharon a Pablo desde la mañana hasta la tarde:
*"Pablo les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde"* (Hechos 28:23).

*¿Por qué nosotros nos cansamos en apenas una hora?*

Es posible que la respuesta esté en nuestra falta de fe y nuestro amor por otras cosas que han desplazado a Dios en nuestras prioridades.

3. **Un llamado a la autenticidad y la devoción**
Jesús dijo: *"Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón"* (Mateo 6:21). Si nuestra vida espiritual se reduce a un ritual superficial, donde cumplimos "por obligación", nuestro tesoro no está en el cielo, sino en las cosas terrenales. Dios no quiere nuestra rutina, quiere nuestro corazón. Él no nos pide grandes sacrificios, sino una relación auténtica, un amor sincero que se refleja en nuestra disposición a escucharle y servirle.

*Aplicación para nuestros tiempos*
Es tiempo de examinar nuestras prioridades y preguntarnos: *¿Cuánto amamos a Dios realmente?* ¿Cuánto tiempo estamos dispuestos a dedicarle en comparación con las cosas del mundo? Las multitudes seguían a Jesús porque reconocían en Él al Buen Pastor, aquel que les daba palabras de vida eterna. Hoy Jesús nos sigue llamando, pero *¿estamos dispuestos a escucharlo?*

Como iglesia, debemos redescubrir el gozo de la comunión con Dios y con los hermanos, dedicar tiempo a la oración, al estudio de la Palabra y a participar con corazón sincero en la Eucaristía o los servicios dominicales.

No nos conformemos con "cumplir", porque nuestro llamado es vivir en plenitud el evangelio, como Jesús nos enseñó y como los apóstoles modelaron para nosotros.

*"Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados"* (Efesios 5:1). Que nuestras vidas reflejen esta verdad, no con quejas ni apatía, sino con amor y dedicación, para que demos a Dios el honor y el tiempo que merece.
*Que el Padre eterno les bendiga poderosamente*

16/08/2024

Recitar mecánicamente tres Padrenuestros, tres Credos o tres Avemarías no constituye, en su esencia, un acto auténtico de oración. Este tipo de repetición ritualista, desprovista de una verdadera conexión espiritual, no glorifica a Dios ni refleja una devoción genuina. Incluso aquellos que practican la brujería, el espiritismo, o que viven en oposición a los mandamientos divinos pueden realizar tales recitaciones sin experimentar un verdadero encuentro con Dios. La auténtica oración, como enseña Jesús, debe ser en espíritu y en verdad, con un corazón sincero y dirigido al Padre en lo íntimo. Así lo señala Mateo 6:6: "Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público."

Es erróneo y simplista afirmar que existe una "Biblia católica" y una "Biblia protestante" como entidades separadas. Est...
16/08/2024

Es erróneo y simplista afirmar que existe una "Biblia católica" y una "Biblia protestante" como entidades separadas. Esta distinción, promovida a menudo por quienes desconocen la historia del canon bíblico, ignora la base común que ambas tradiciones comparten. Las diferencias radican principalmente en la inclusión de ciertos libros deuterocanónicos, no en la esencia del mensaje bíblico. Rvdo. Iván

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Mensaje de feliz año nuevo del Rvdo. P. Iván Cugi

07/12/2023

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