21/10/2025
Cuando Maggie murió, Alexis Fleming sintió que algo debía nacer de ese dolor. La perrita que había rescatado por impulso —delgada, triste, ofrecida por 100 euros en internet— se convirtió en su compañera más fiel durante una enfermedad crónica. Y cuando Maggie partió, Alexis decidió que ningún animal volvería a morir solo. 🥰
Así nació el Maggie Fleming Animal Hospice, en una zona remota de Escocia. Un lugar donde los perros mayores, enfermos y abandonados viven sus últimos días con dignidad, afecto y libertad.
“No se trata de arreglar el pasado. Se trata de hacer que el presente valga la pena.” — Alexis
Más de 100 animales conviven allí: perros, ovejas, cerdos, caballos, aves… Algunos fueron maltratados. Otros simplemente envejecieron. Pero todos encontraron un hogar donde la muerte no es un castigo, sino un ritual de amor.
Alexis los conoce uno por uno. Cuando Beggins, el gran danés cleptómano, le dijo con la mirada que era hora de partir, ella respondió: “Está bien, amigo.”
Porque si aceptamos la vida, también debemos aprender a despedirnos. Y Alexis lo hace cada día, con ternura, humor y entrega.
Hoy, su hospicio no es solo un refugio. Es una declaración: que ningún animal es demasiado viejo para ser amado. 💚🐕
📷 The Maggie Fleming Animal Hospice and The Karass Sanctuary
Fuente: Animales Queridos