16/01/2025
MOVIMIENTOS ARRIESGADOS DE FE
El viaje de Jesús de Judea a Galilea era una decisión arriesgada. Dejar la “comodidad” de un ministerio floreciente que prosperaba con nuevos discípulos bautizados en Judea a empezar de nuevo en un lugar y contexto diferente era tan solo motivado por una extensión y crecimiento del Reino.
El movimiento que hizo Jesús fue la consecuencia de que “entendió” lo que en realidad estaba estaba pasando a su alrededor y tuvo una “lectura” correcta para la toma de su decisión.
Nuestros movimientos deben tener un ¿por qué? Y más aún un ¿para qué?. Motivados por la mejora de los resultados de nuestro propósito, mediante una lectura entendida y correcta del contexto que se está viviendo.
A veces no tiene sentido seguir en un lugar o condición que aunque se tienen resultados, es paradójicamente un tope, y que éstos resultados no significan crecimiento y expansión a lago plazo. Entonces es necesario cambiar para mejorar, y por consiguiente considerar otros escenarios, ver otras alternativas y nuevos desafíos.
El desafío es vencer el paradigma “no cambies algo que esté funcionado” por “No cambies algo solo porque esté malo o no funcione, sino cambia por algo mejor”
Considera si quizás fue por ese movimiento arriesgado y al éxito del mismo por el cual a Jesús se le conoció más como Jesús de Nazaret de Galilea que Jesús de Judá.
*Juan 4:1-7 RVR1960*
“Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos), salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea. Y le era necesario pasar por Samaria. Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta. Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.”