17/09/2025
Las tuberías de Monte Baigong, ubicadas en la provincia de Qinghai, China, representan uno de los misterios más intrigantes de la arqueología moderna. Descubiertas en 2002 cerca del lago salado Toson, estas formaciones tubulares, incrustadas en cuevas y rocas de una montaña piramidal, datan de aproximadamente 150.000 años según análisis preliminares, aunque su antigüedad exacta sigue en debate.
Se componen principalmente de óxido de hierro (30%), dióxido de silicio y óxido de calcio, con un 8% de material no identificado. Las tuberías varían de diámetro hasta los 40 cm y se extienden desde el interior de la montaña hasta el lago, sugiriendo un diseño intencional que sugiere la posible presencia de civilizaciones avanzadas antes de los humanos modernos.
Para las teorías de conspiraciones, se trataría de los restos de una civilización muy anterior a la humanidad, que habrían utilizado estas estructuras a través de la montaña. Sin embargo, según científicos chinos que las analizaron mediante espectroscopía de emisión atómica, concluyeron que son moldes fósiles de raíces de árboles, formados en un entorno subtropical antiguo donde minerales se acumularon alrededor de raíces que luego se descompusieron, dejando tubos huecos. Formaciones similares en Luisiana y el suroeste de EE.UU. apoyan esta explicación natural.
Según los científicos, su propósito, por tanto, no sería tecnológico sino geológico: un proceso natural de fosilización que imita artefactos humanos. Sin embargo, esta explicación no satisface a todos, y muchos aún las catalogan como OOPArt (artefacto fuera de lugar).