
18/09/2025
"CUIDÉ A MI ESPOSO DISCAPACITADO DURANTE AÑOS, HASTA QUE UN DÍA LO VI ACCIDENTALMENTE JUGANDO AL GOLF.
Al regresar de un viaje inusual con un amigo, pasé por delante de la casa de Bruce; es amigo de mi esposo Christopher. Al mirar, vi a dos hombres de pie en el jardín delantero, caminando hacia un coche y cogiendo una bolsa de palos de golf.
""¿Quizás sean Bruce y otro amigo?"", intenté convencerme. Pero entonces lo vi: la inconfundible camisa hawaiana de Christopher, la que le encantaba, aunque era horrible. Reconocería esa camisa en cualquier lugar. Estaba con Bruce, riendo y bromeando.
No podía creer lo que veía. Mi esposo, que supuestamente llevaba tanto tiempo sin poder caminar, caminaba perfectamente. ""¿Qué pasa? ¿Por qué no me lo dijo?"", me pregunté, con la mente acelerada.
Al llegar a casa, caminé de un lado a otro. Estaba en el suelo, intentando comprenderlo. Quizás era algo nuevo que había sucedido el fin de semana, un milagro, y Christopher planeaba sorprenderme. Sí, tenía que ser eso... Volvería a casa más tarde ese día, entraría por la puerta y me sorprendería. ¡Obviamente!
Pero cuando Christopher finalmente llegó a casa, allí estaba, en su silla de ruedas, con Bruce empujándolo para que cruzara la puerta. Se me encogió el corazón. 👇"