21/10/2025
“Discernir es ver lo que Satanás quiere ocultar.”
Discernir no es solo saber diferenciar el bien del mal…
es aprender a ver lo que Satanás quiere ocultar detrás de lo “bueno”. 🌿
Porque el diablo no siempre llega con fuego, tentación o escándalo.
A veces llega con calma, con apariencia de amor, con una oferta que parece perfecta.
Te muestra lo que deseas, pero esconde lo que te va a costar.
Te promete avance, pero a cambio de tu enfoque.
Te da brillo… para que no busques luz.
Y si no oras, si no estás atenta, terminas confundiendo el ruido con voz de Dios.
Terminas agradeciendo por cosas que el cielo nunca envió.
Por eso discernir no se trata de sospechar, sino de escuchar al Espíritu antes de creer a las apariencias.
💧 Hay amistades que parecen “bendecidas”, pero secan tu espíritu.
Relaciones que se sienten “correctas”, pero apagan tu llamado.
Puertas que se abren fácilmente, pero te alejan del propósito.
Y el enemigo sonríe cuando te ve caminar por ellas creyendo que fue Dios quien las abrió.
Discernir es el don que te permite detectar lo invisible.
Es sentir una alerta suave cuando algo “bueno” comienza a robar tu tiempo de oración.
Es notar que lo que antes te hacía llorar en la presencia, ahora te aburre.
Es darte cuenta de que Satanás no te robó el ministerio… te robó el silencio donde Dios te formaba.
📖 La Biblia dice:
“El diablo se disfraza como ángel de luz.” (2 Corintios 11:14)
“Por sus frutos los conoceréis.” (Mateo 7:16)
“Hay caminos que parecen rectos, pero su fin es muerte.” (Proverbios 14:12)
Satanás no necesita destruirte si puede distraerte.
Y cuando no puede distraerte, intenta confundirte.
Usa el cansancio, la comparación, el orgullo disfrazado de prudencia.
Usa incluso palabras de otros “creyentes” para hacerte dudar de lo que Dios te habló en secreto.
Por eso el discernimiento no se estudia, se ora.
Se recibe en la intimidad.
Se fortalece en el ayuno, en el silencio, en los días donde no ves nada, pero decides seguir creyendo.
🌿 A veces Dios te permite sentir confusión solo para entrenarte a depender de Su voz.
Porque cuando aprendes a reconocerla, ninguna mentira puede imitarla.
El discernimiento es una arma de guerra espiritual: te salva de decisiones que parecen pequeñas, pero cambian destinos.
Y el Espíritu Santo siempre te avisa antes de caer.
Solo que a veces lo ignoras porque no era lo que querías escuchar.
Por eso hay que orar no solo para que Dios hable, sino para que tú no te tapes los oídos con tus deseos.
💧 Si algo roba tu paz, no viene de Dios.
Si te aleja de tu propósito, no viene de Él.
Si te confunde más de lo que te edifica, no viene de Su Espíritu.
Dios no bendice a costa de tu comunión.
Y si hoy estás en una temporada donde todo parece “bueno”, pero algo dentro de ti no se siente bien…
detente.
Ora.
Discierne.
Porque lo que Satanás más teme no es un creyente que ora fuerte, sino uno que sabe distinguir entre lo que brilla y lo que tiene luz.
🕊️ Cierra los ojos esta noche y haz esta oración:
“Señor, abre mis ojos espirituales.
Enséñame a ver lo que Satanás quiere ocultar.
Guíame por tu verdad, aunque me duela soltar lo que no viene de Ti.
Hazme sensible a tu voz, y fuerte ante el engaño.”
✨ Si esta palabra te habló, escríbelo en los comentarios:
‘Señor, enséñame a discernir.’
Y compártelo con alguien que está por tomar una decisión importante. 🌿