17/07/2025
A quienes las incongruencias del día no les dejan conciliar el sueño…
No estás solo.
Nuestro cerebro está programado para buscar patrones, coherencia y sentido. Por eso, cuando en el trabajo o en la vida diaria nos enfrentamos a contradicciones, decisiones ilógicas o mensajes que no se corresponden con los hechos, nuestra mente se activa y permanece en estado de alerta incluso cuando intentamos descansar.
Este fenómeno tiene una base neuropsicológica clara: el cerebro interpreta la incoherencia como una posible amenaza, un problema sin resolver que conviene vigilar. Por eso, cuando apagamos la luz, lo que permanece encendido es la rumiación mental.
👉 La buena noticia: no todo debe tener sentido para que tú encuentres calma.
No todas las incoherencias requieren tu intervención.
No todo lo absurdo merece tu desgaste.
El descanso también es un acto de inteligencia emocional: consiste en reconocer los límites de lo que está en nuestra mano y aprender a soltar lo que escapa a nuestro control.
Descansa. Mañana, con la mente más sosegada, percibirás esas mismas circunstancias con mayor perspectiva y equilibrio.
¿A ti también te pasa?
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