22/08/2025
🔴 | En horas de la madrugada, un intento de asalto ocurrió en una parada de bus donde un ciudadano esperaba el transporte público para dirigirse a su lugar de trabajo. Un individuo a bordo de una motocicleta se acercó al sitio, descendió del vehículo y, mediante amenazas y con un arma de fuego, despojó al ciudadano de sus pertenencias.
Sin embargo, lo que el antisocial no sabía es que su víctima portaba legalmente un arma de fuego y, al ver que el asaltante intentaba huir, respondió disparando en defensa propia, alcanzando al presunto delincuente con varios impactos.
Según versiones preliminares, el sospechoso resultó herido y fue trasladado a un hospital bajo custodia policial, mientras que el ciudadano se encuentra a buen recaudo y está colaborando con las autoridades en la investigación.
La Policía Nacional ha iniciado una investigación para determinar las circunstancias del hecho y confirmar si el uso del arma por parte de la víctima se enmarca dentro de la legítima defensa, conforme a lo establecido en el Código Orgánico Integral Penal (COIP).
⚖️ ¿Qué opinamos de la acción?
Desde un punto de vista legal y ético:
La legítima defensa es un derecho reconocido en la mayoría de legislaciones, pero debe cumplir ciertos criterios: inmediatez, necesidad y proporcionalidad.
Si la vida de la víctima estuvo realmente en riesgo y actuó en defensa propia al ver que el delincuente huía aún armado, podría ser justificada.
Sin embargo, usar un arma letal cuando el agresor ya se está retirando puede ser cuestionado legalmente, ya que en ese momento la amenaza podría considerarse concluida.
Este tipo de situaciones reflejan el debate creciente sobre porte legal de armas y seguridad ciudadana, y subrayan la urgencia de que el Estado garantice condiciones de seguridad para que la población no tenga que exponerse a este tipo de decisiones extremas.