06/06/2025
A veces creemos que el problema está en no saber cómo poner límites.
Pero en realidad… muchas veces nos cuesta sostenerlos porque no los habitamos en nosotras mismas.
Confundimos límites con control.
O con abandono.
Y aprendimos a ceder, a callar, a adaptarnos… para no incomodar.
Por eso, cuando queremos acompañar a nuestros hijos con firmeza y amor,
sentimos que algo se rompe… o que nos rompemos nosotras.
Este post no es para decirte cómo deberías hacerlo.
Tampoco es para apuntar el dedo a tus cuidadores.
Es una invitación a recordar que poner límites no es rechazar,
es cuidar.
Es amar.
Es proteger, empezando por ti.
💬 ¿También te pasa?
¿Sientes que a veces te pierdes intentando acompañar?
Te leo.