
16/07/2025
"Comprender el drama de Torre Pacheco exige desmontar dos mentiras vitales, primero: la miopía voluntaria sobre Marruecos. Muchos opinan desde el desconocimiento —cuando no la fantasía— sobre el reino alauita. Ignoran que allí nada es lo que parece, ni siquiera lo que el cinismo más extremo pudiera imaginar. Bajo la fachada de monarquía moderada late un Estado híbrido donde servicios secretos (DGED), imames y narcotraficantes bailan al son del mismo guionista: el palacio real. (...)
Marruecos promueve el islam malikí, controlado por el rey Mohamed VI como «Comandante de los Creyentes». A través del Instituto Mohammed VI, forma imames para Europa como alternativa al salafismo, ganando respaldo institucional. En España, alrededor del 40 % de los imames se han formado allí. Muchos no solo lideran mezquitas, sino que también ejercen control social sobre la comunidad magrebí y difunden la línea oficial de Rabat. Así, Marruecos vigila a su diáspora, controla el discurso religioso y evita críticas al régimen. (...)
Los barrios obreros se han convertido en suburbios marginados, con problemas económicos, culturales y de convivencia. Un discurso proinmigración vacío, sin plan social ni urbanístico, no da condiciones dignas a la clase trabajadora, incluidos los migrantes, que ven sus barrios deteriorarse. Así es como el fascismo penetra: por la dejación de una socialdemocracia que dice defenderlos pero hace parte de las élites autoproclamadas."
Un discurso proinmigración vacío, sin plan social ni urbanístico, no da condiciones dignas a la clase trabajadora, incluidos los migrantes, que ven sus barrios deteriorarse.