27/01/2024
𝗘𝗻 𝗘𝘁𝗲𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗯𝗲𝘇𝗮, 𝘃𝗶𝘃𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗘𝘂𝗰𝗮𝗿𝗶𝘀𝘁í𝗮
“𝑯𝒂𝒈𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒖𝒏 𝒂𝒄𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂𝒄𝒊ó𝒏, 𝒖𝒏 𝒂𝒄𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒂𝒈𝒓𝒂𝒅𝒆𝒄𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒚 𝒖𝒏 𝒂𝒄𝒕𝒐 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒊𝒏𝒖𝒐 𝒅𝒆 𝒐𝒇𝒓𝒆𝒏𝒅𝒂 𝒚 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒂 𝒍𝒂 𝒑𝒓á𝒄𝒕𝒊𝒄𝒂 𝒆𝒔𝒂 𝒐𝒓𝒅𝒆𝒏, 𝒆𝒔𝒂 𝒊𝒏𝒗𝒊𝒕𝒂𝒄𝒊ó𝒏 𝒂𝒎𝒐𝒓𝒐𝒔𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒑𝒂 𝑺𝒂𝒏 𝑱𝒖𝒂𝒏 𝑷𝒂𝒃𝒍𝒐 𝑰𝑰: 𝒉𝒂𝒚 𝒒𝒖𝒆 𝒗𝒊𝒗𝒊𝒓 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑬𝒖𝒄𝒂𝒓𝒊𝒔𝒕í𝒂. 𝑳𝒂 𝑰𝒈𝒍𝒆𝒔𝒊𝒂 𝒗𝒊𝒗𝒆 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑬𝒖𝒄𝒂𝒓𝒊𝒔𝒕í𝒂 𝒚 𝒆𝒏 𝑬𝒕𝒆𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒂 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒃𝒆𝒛𝒂, 𝒗𝒊𝒗𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑬𝒖𝒄𝒂𝒓𝒊𝒔𝒕í𝒂”.
El P. Juan José Miranda Cilla, natural de Burgos (España) maravilló en su homilía a los peregrinos que participaron en la central en honor a nuestro Divino Niño del Milagro Eucarístico. “¿𝑪ó𝒎𝒐 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒂 𝒍𝒂 𝒑𝒓á𝒄𝒕𝒊𝒄𝒂 𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒗𝒊𝒓 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑬𝒖𝒄𝒂𝒓𝒊𝒔𝒕í𝒂? 𝒔𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒊𝒓é 𝒆𝒏 3 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆𝒔: 𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂𝒄𝒊ó𝒏, 𝒂𝒈𝒓𝒂𝒅𝒆𝒄𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒚 𝒐𝒇𝒓𝒆𝒏𝒅𝒂”.
Previamente, durante tres horas, los fieles devotos del Divino Niño del Milagro Eucarístico, participaron con devoción en la peregrinación “Una caricia a Jesús Eucaristía”, un acto de desagravio a la Eucaristía. En el camino se turnaron para llevar en brazos una custodia gigante de casi 2 metros en cuyo centro había tres corazones entrelazados.
Convocados por el grupo católico Milagro Eucarístico Perú 1649, los fieles, hombres, mujeres y niños, partieron desde el arco de Monsefú, vistiendo una camiseta blanca con el logo impreso que decía: “Eten. Ciudad Eucarística”. En la parte posterior del polo se leía: “Milagro Eucarístico Perú 1649”. En la parte de adelante iba también una Biblia gigante de metro y medio con citas relacionadas a la Eucaristía.
Durante todo el recorrido se escuchaban rezos del rosario y cánticos al Niño Jesús y a la virgen María, así como vivas a la Eucaristía, al Niño del Milagro, a la Iglesia Católica Peruana y al Papa Francisco. La caravana de fe llegó al parque principal de Ciudad Eten a las 11:00 am, para participar en la misa de feria de medio año en honor al Divino Niño, en el atrio de la iglesia Santa María Magdalena.
El grupo Milagro Eucarístico Perú 1649, agradeció, asimismo, a todas las personas que desinteresadamente los apoyaron. “Elevamos nuestras oraciones por nuestro obispo Guillermo Cornejo Monzón y P. Nolberto Cubas, de Ciudad Eten”, dijeron finalmente.
EL MILAGRO DE ETEN
Ciudad Eten, se ubica a 20 kilómetros al oeste de Chiclayo (región Lambayeque), y fue allí donde el 2 de junio de 1649 --mientras se celebraba la víspera de la Fiesta de Corpus Christi-- apareció por primera vez en la hostia consagrada el Niño Jesús con cabello rubio, vestido con una túnica granate. Una segunda aparición ocurrió el 22 de julio, del mismo año, durante la misa oficiada en honor a la patrona de Ciudad Eten, Santa María Magdalena. Esta vez el Niño Jesús vestía una túnica morada y luego la visión se transformó en tres corazones entrelazados entre sí. La interpretación dada a esta última aparición fue que simbolizan el amor del Padre con su Hijo, bajo la inspiración del Espíritu Santo.