
26/07/2025
En el contexto actual, la Ley Forestal Decreto 101-96 se presenta como un instrumento fundamental para la gestión y conservación de los recursos forestales en Guatemala. Desde AVEPIFOR, reconocemos su relevancia, pero también entendemos que es necesario un examen crítico de su vigencia y eficacia frente a los retos contemporáneos que enfrenta nuestro sector forestal.
Nuestro país, dotado de una rica biodiversidad y vastos recursos naturales, se encuentra en una encrucijada. La presión sobre nuestros bosques está aumentando a un ritmo alarmante. Factores como la agricultura extensiva, la ganadería y la tala ilegal han contribuido a la deforestación, resultando en una alarmante pérdida de superficie boscosa y un deterioro de nuestros ecosistemas. Esta situación no solo afecta al medio ambiente, sino que también tiene un impacto directo en la economía, limitando las oportunidades de desarrollo sostenible y poniendo en riesgo la calidad de vida de la población que dependen de los bosques para su subsistencia.
Como bien expresa nuestro Director Ejecutivo, es imperativo que los legisladores actuales reconozcan la necesidad de revisar y actualizar esta legislación. La protección de nuestros recursos forestales no debe ser vista solo como una cuestión ambiental, sino como un asunto de justicia social y desarrollo económico. Una reforma adecuada podría promover prácticas más sostenibles y generar incentivos para la conservación, al tiempo que se busca un equilibrio entre las necesidades económicas y la preservación del medio ambiente.
Es esencial que, en este proceso de revisión, se considere la participación activa de las comunidades locales y otros actores relevantes. Solo así podremos construir un marco legal que no solo proteja nuestros bosques, sino que también fomente su uso sostenible y beneficie a quienes dependen de ellos.
En conclusión, la actualización de la Ley Forestal y la Ley de PROBOSQUE no es solo una necesidad legislativa, sino un paso crucial hacia la construcción de un futuro sostenible para Guatemala. Debemos trabajar juntos para enfrentar los desafíos que se presentan y garantizar que nuestras políticas reflejen la urgencia de proteger nuestros valiosos recursos forestales.