25/09/2025
LA LEYENDA DEL AMATE DE LA 18 CALLE DE LA ZONA 1
Esta leyenda del famoso árbol de Amate, el cual se encuentraba ubicado en lo que en la actualidad es la Plaza "El Amate".
Fue sembrado en 1779 y su sombra fue utilizada para el descanso de aquellas personas que en aquellos tiempos venían a este lugar a ofrecer sus productos, pero no solo para ellos fue un lugar de reposo, ya que las leyendas relataban que este también era un refugio del diablo.
Se cuenta que este personaje, luego de que lo invocaban, se aparecía frente a los que le llamaban; no importando si fueran pobres o ricos, les ofrecía las riquezas que no poseían o bien incrementar la que ya tenían.
Se dice también que cuando el diablo aparecía o desaparecía siempre dejaba fuerte olor a azufre en ese lugar.
Los antiguos relatos narraban la leyenda que decía que el diablo vivía en el Árbol de Amate y que aquel que lo invocara, a cambio de su alma el diablo otorgaba lo que este le pidiera.
El antiguo relató, contaba que un hombre se presentó un sábado por la noche frente al Árbol de Amate y que como se le habían explicado repitió tres veces, sin titubear, el nombre del diablo. Este de inmediato se le apareció y le preguntó que por qué lo llamaba, a lo que el este el hombre respondió:
Quiero todo lo que un hombre rico pudiera poseer.
A lo que el diablo le respondió inmediatamente que sí, pero que había una condición y la tenía que cumplir para que este deseo se hiciera realidad, tenia que darle su alma, además que lo visitara todos los viernes a la media noche. Sin pensarlo el hombre respondió que sí. En poco tiempo el hombre empezó a tener dinero, casas, y mujeres.
El hombre con el tiempo se arrepentio por este trato, que ya nada lo hacía feliz, pero que sobretodo ya no quería visitar al diablo y no sabía qué hacer.
El hombre buscó desesperadamente una solución, pero que mientras la buscaba ya no visitó a su benefactor, situación por la que el diablo se incomodó y convirtió la vida del hombre en una pesadilla; ya que se le aparecía en todo lugar.
La única alternativa que el hombre encontró para salvar su alma fue visitar a un fraile de la Hermandad de San Cristóbal, y aunque el fraile logró rescatarlo, el hombre se volvió loco para siempre.
Esta leyenda la conto el hombre en su lecho de muerte, por lo cual nadie sabía si creerla o no, pero lo que si era cierto que el hombre del pacto era una persona bastante ambiciosa que murió en la pobreza.