09/09/2025
EDITORIAL DE HOY, ARTÍCULO 35 CPRG.
GIAMMATTEI: EL LEGADO DE SAQUEO Y DESASTRE QUE AÚN PADECE EL PAÍS
Alejandro Giammattei, el expresidente que pasará a la historia como uno de los peores funcionarios que ha tenido Guatemala sino talvez el peor, se encuentra internado en un hospital privado con falla renal y cardíaca, en un “pronóstico delicado”. Mientras su cuerpo sufre, su legado sigue asfixiando al país que dice haber gobernado.
No es exageración llamarlo nefasto: Giammattei dejó un país empobrecido, con instituciones corroídas, deuda disparada y recursos públicos saqueados. La salud del expresidente ha sido noticia, pero lo que no podemos olvidar es la salud de Guatemala: hospitales desabastecidos, escuelas en ruinas, carreteras que se caen, seguridad inexistente y millones de guatemaltecos luchando cada día por sobrevivir mientras él y sus allegados vaciaban el Estado.
Durante su mandato, Giammattei no solo desfalcaría al Estado, sino que consolidó una red de impunidad que aún persiste, reforzada por diputados de su propio partido, Vamos, que hoy guardan silencio frente a su condición, como si la sombra de su corrupción no tuviera consecuencias para la población. Mientras él se ausenta del Parlacen, los guatemaltecos cargan con las secuelas de su mala gestión: corrupción institucionalizada, contratos irregulares y una administración que convirtió los recursos públicos en botín privado.
La noticia de su internación, aunque pueda despertar compasión humana, también es un recordatorio brutal de lo que dejó atrás: un Estado enfermo, un país debilitado y una generación que aún paga las facturas de sus desmanes. No hay empatía suficiente que borre los contratos inflados, los hospitales sin medicinas, ni los desastres financieros que su gobierno impuso.
Alejandro Giammattei puede luchar por su vida en un hospital privado, pero Guatemala sigue luchando por sobrevivir al desastre que dejó su mandato. Que esta crisis personal sirva, al menos, para que nunca olvidemos que la negligencia y la corrupción tienen nombres y apellidos, y que el costo real lo paga el pueblo. Aún hay más.
SOMOS LA VOZ DE BARILLAS, COMUNICACIÓN SOCIAL INDEPENDIENTE, LA PIEDRA EN EL ZAPATO DE LOS CORRUPTOS.