11/10/2025
🌿 Reflexión - Que la tierra no nos divida 🌿
En nuestro pueblo, la tierra ha sido siempre más que suelo; es memoria, es raíz, es abrazo. Cada terreno guarda historias de abuelos que sembraron esperanza, de padres que construyeron con esfuerzo, de hijos que soñaron con volver. Pero últimamente, algo se ha torcido. Donde antes había familia, ahora hay disputa. Donde antes se compartía el pan, ahora se pelea por el terreno.
Y uno se pregunta: ¿cuándo empezamos a valorar más el título que el vínculo? ¿En qué momento dejamos que un papel valiera más que una conversación, que una herencia pesara más que el cariño?
Una tierra sin amor es como una casa sin techo. Puede tener paredes, pero no protege.
Una herencia sin diálogo es como una milpa sin lluvia. Puede tener semilla, pero no florece.
No dejemos que el afán de poseer nos robe lo que realmente importa. Porque los terrenos se pueden medir, dividir, vender… pero el respeto, la memoria compartida, el abrazo sincero entre hermanos, eso no tiene precio. Eso no se hereda: se cultiva.
Que no se nos olvide que cuando peleamos por la tierra, la tierra también nos mira. Y quizás llore, al ver que sus hijos se alejan por lo que ella les dio.
Huitán merece familias que se escuchen, que se respeten, que recuerden que el verdadero legado no está en el terreno, sino en cómo lo habitamos juntos.
Que nuestras raíces no se peleen por ramas. Que el amor pese más que el papel. Que la tierra nos una, no nos divida.