01/09/2025
💔JÓVEN MÚSICO QUE IBA A ENCONTRARSE CON DIOS, PERO LA MUERTE DISFRAZADA DE UNA MOTO LE ARREBATO LA VIDA PARA SIEMPRE
Él era un jóven guitarrista apasionado por las cosas de Dios, pero la mala hora no lo dejará servir más al altísimo
RICARDO JOSÉ GOENAGA tenía apenas 18 años, pero su corazón era gigante. Cada domingo, su rumbo era la iglesia, donde su voz y su fe llenaban de luz a quienes lo rodeaban. Soñaba, como cualquier joven, con un futuro lleno de esperanzas, risas y momentos compartidos con su familia, trataba de alejarse de un mundo dominado por la envidia, la violencia y la codicia. Pero a veces, la vida hace unas jugadas que no logramos entender
Ese domingo 17 de agosto, la vida de Ricardo fue arrancada de golpe. Cerca de las bodegas Punto 5, en la vía alterna de Santa Marta, un jóven motociclista que iba en sentido contrario lo embistió. Un instante bastó para que la vida de Ricardo se extinguiera, y con ella, los abrazos que aún no daba, las palabras que aún no decía, los sueños que aún no vivía y los aplausos y elogios que dejó de recibir cada vez que tocaba ese instrumento musical
El impacto fue devastador. El otro jóven murió en el sitio, pero Ricardo en cambio, quedó con signos vitales y la esperanza de su familia, que no dejó de orar y clamarle a Dios ni un solo día durante los once que permaneció en una clínica de Santa Marta. Los médicos reportaban leves mejorías, pero el día de ayer la noticia fue definitiva y trágica: "NO RESISTIÓ MÁS"
Su madre, destrozada, no pudo contener el grito silencioso de un corazón que perdió a su amado hijo. Sus amigos y familiares sienten un vacío que no tiene nombre, un dolor que atraviesa el alma, un silencio que grita su ausencia. Ricardo no volverá a reír más en los servicios dominicales en su Iglesia, no volverá a compartir su palabra, ni su fe, y la ciudad entera siente cómo una luz joven se ha apagado antes de tiempo
La vía alterna se tiñe ahora de memoria y tristeza. Cada paso que dio Ricardo hacia su iglesia, cada sonrisa que compartió, se vuelve un recordatorio de lo frágil que es la vida y de lo injusta que puede ser. La muerte lo sorprendió en su camino de fe, robándole a su familia, a su comunidad y al mundo un pedazo de esperanza que no podrá ser reemplazado
En este dolor, queda la memoria de un joven que amó profundamente, que vivió con bondad y que, aunque ya no esté, seguirá inspirando a quienes lo conocieron a vivir con la misma luz que él irradiaba. La tragedia de Ricardo es un grito silencioso: la vida puede cambiar en un instante, y cada momento que tenemos con quienes amamos es un tesoro que nunca debemos dar por sentado
La familia, de profunda fe cristiana, no encuentra consuelo. Sus allegados lo describen como un buen hijo, buen estudiante y una persona noble. Su madre, entre lágrimas, algunas veces cuestiona a Dios: “¿Cómo es posible que, yendo a su iglesia a adorarlo, la vida de mi hijo terminara así?”, Pero en otras ocasiones le da gracias al Creador por Habérselo prestado estos 18 años, donde lo amo con el alma y el corazón
🙏Fortaleza para sus familiares, sus amigos creyentes y que Dios lo tenga en su santa gloria