19/07/2025
PAN DE MI TIERRA. Pan que nace del amor, florece en comunidad
Cada madrugada, antes que el sol pinte de dorado las montañas de San Antonio Sija, Totonicapán, Juana ya está despierta. Amasa con fuerza, con memoria, con amor. En sus manos, el pan no es solo alimento, es historia viva.
Juana es una lideresa que ha transformado su saber ancestral en una panadería artesanal, construida con esfuerzo y convertida en el corazón económico de su familia. A su lado, su hija Mariana la acompaña, aprendiendo cada receta, cada secreto del horno, cada gesto de entrega. Juntas levantan el pan, y también los sueños.
Pero su labor va más allá del hogar: cada ingrediente que utilizan; el maíz, la miel y la canela, proviene de pequeños productores del territorio. Así, madre e hija no solo comparten el pan, también sostienen una economía que nace desde y para la comunidad.
Cada pan que sale de su horno lleva consigo un mensaje silencioso pero poderoso: que la soberanía alimentaria no es una teoría lejana, sino una realidad posible cuando los pueblos se organizan, producen y comparten desde su tierra.
En el aroma de su pan se respira dignidad. En cada mordida, se saborea resistencia y amor intergeneracional.