07/10/2025
Vivimos en un mundo lleno de opciones, voces y caminos. Cada día parece ofrecernos nuevas rutas, pero muchas de ellas están cubiertas de incertidumbre y oscuridad.
Jesús, en su infinita sabiduría y amor, nos habla hoy con la misma urgencia con la que habló a sus discípulos: *“Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz”.*
Él mismo es *la Luz que alumbra nuestro camino* (Juan 8:12). Su presencia es dirección, verdad y esperanza. Pero Jesús nos advierte que la luz no estará siempre disponible de la misma manera. Hay un tiempo de gracia, de oportunidad, de sensibilidad espiritual que debemos aprovechar.
Cuando dejamos para después obedecer la voz de Dios, nuestro corazón puede endurecerse poco a poco, hasta que las tinieblas y la incertidumbre ocupan su lugar y ya no vemos con claridad.
Caminar en la luz significa más que saber la verdad; significa *vivirla y obedecerla*. Es dejar que la Palabra de Dios y el Espíritu Santo iluminen cada decisión: nuestras relaciones, nuestras palabras, nuestro trabajo, nuestros pensamientos más íntimos. Significa *confiar en Jesús* incluso cuando el camino parece incierto, porque su luz no siempre revela todo el trayecto, pero sí muestra el siguiente paso seguro.
El peligro de ignorar la luz no es inmediato, pero es real. Jesús advierte: *“…para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va.”*
Las tinieblas del pecado y la incredulidad no llegan de golpe; se van filtrando cuando posponemos obedecer, cuando justificamos pequeñas desobediencias, cuando dejamos que el miedo y la autosuficiencia tomen control. Sin darnos cuenta, podemos llegar a un punto donde la confusión gobierna y ya no vemos el camino de regreso.
Este mensaje no es de condenación, sino de *esperanza y llamado urgente.* Hoy todavía hay luz. Hoy Cristo sigue llamando. Hoy podemos decidir obedecer, cambiar, perdonar, rendirnos a Él y dejar que su luz penetre cada rincón oscuro de nuestro ser.
Quizás llevas tiempo sabiendo que Dios te llama a una decisión: perdonar, dejar un pecado, comenzar un ministerio, entregarle por completo tu vida. No esperes a que sea tarde.
*Mientras la luz est