Pbro. José Luis Diaz Cruz.

Pbro. José Luis Diaz Cruz. Pbro. de la diócesis de Matagalpa-Nicaragua.

21/09/2025
21/09/2025
21/09/2025
21 de Septiembre cinco meses de que nuestro Papa Francisco, regresó a los brazos de nuestro Padre Celestial. Su sonrisa,...
21/09/2025

21 de Septiembre cinco meses de que nuestro Papa Francisco, regresó a los brazos de nuestro Padre Celestial.

Su sonrisa, su voz, su corazón de pastor siguen vivos entre nosotros: en la memoria, en la enseñanza, en la oración. Nos ha guiado con mansedumbre, buscando siempre a los últimos, anunciando la misericordia, caminando con la Iglesia bajo el signo de la fraternidad y la esperanza.

Como lo hizo en su vida terrenal, ahora desde el cielo interceda por la paz del mundo entero.

📷 El Papa León XIV rezando en Santa María la Mayor ante la tumba del Papa Francisco.


SEPTIMO DÍA DE LA NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED.¡Ave María Purísima! ¡sin pecado concebida¡Por la señal de la San...
21/09/2025

SEPTIMO DÍA DE LA NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED.

¡Ave María Purísima! ¡sin pecado concebida¡

Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO.

Ven Espíritu Santo llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu. Que renueve la faz de la Tierra. Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo; concédenos que, guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN.

¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las p***s del in****no. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS.

¡Oh! Virgen Santísima de las Mercedes, Redentora de Cautivos y Reina de los cielos y tierra: Ante tu altar postrados, aquí estamos para solicitar tus auxilios y pedir tu bendición de Madre. No nos abandones. Ruega al Señor por nosotros y sigue ejercitando tu oficio de Patrona y abogada nuestra. Todo lo esperamos de Jesucristo en quien confiamos y de tu benigna y amorosa protección, que en tantas ocasiones nos ha librado del mal. Atiende a nuestra súplica y remedia la necesidad que en esta novena te presentamos. Amén.

SEPTIMO DÍA: QUE NUESTRA MADRE SANTÍSIMA DE LA MERCED NOS OTORGUE EL FAVOR DE CONSIDERARNOS COMO DEVOTOS.

ORACIÓN DEL SÉPTIMO DÍA.

Eterno y Omnipotente Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que coronaste a la Santísima Virgen María de estrellas y la vestiste de Gloria y Majestad, dándole poder contra todos nuestro enemigos; te suplicamos con la mayor confianza, nos otorgues el favor de considerarnos como devotos y esclavos de tan esclarecida Señora, pues la invocamos como Madre de la Merced y Misericordia, para que así nos veamos libres de lasasechanzas del enemigo infernal ahora y en la hora de nuestra muerte y podamos
conseguir la Gloria eterna. Amén.

REFLEXIÓN DEL DÍA: SANTA MARÍA LIBERADORA.

El hombre de nuestro tiempo tiene sentido de su libertad; la aprecia enormemente. Sin embargo, nuestro tiempo es un tiempo lleno de amenazas dirigidas contra la libertad humana, la conciencia y la religión. Por eso, el hombre de hoy vive intranquilo, inquieto, tiene miedo de ser víctima de una opresión que lo prive de la libertad interior, que le quite la libertad de expresar su verdad; de profesar su fe; que le impida seguir la voz de su conciencia.
Esa es la ambigüedad de nuestra época: la libertad que se eleva como un valor precioso en medio de nuevas formas de esclavitud que surgen. Por eso, hoy más que nunca debemos poner nuestros ojos en Jesús, que nos redimió para que gocemos de la
libertad. Por eso, hoy más que nunca debemos poner nuestros ojos en María, madre liberadora; en María que cooperó con Jesús en la liberación de los hombres de todo mal. No nos olvidemos en esta hora de ella, la virgen que cantó el Magníficat, el himno de aquellos de aquellos que en su sufrimiento confían en el Dios que libera.
Confiemos nuestra libertad a María, a ella que conoce todo lo que puede oprimidos, esclavizarnos, humillarnos; a ella que como madre bondadosa nos libera del egoísmo, del orgullo, de la ambición y la envidia que generan injusticia, dominación, violencia, lucha, corrupción, miseria. Ella nos libera del pecado que aleja de Dios y destruye la dignidad humana. Ella nos libera de la cautividad, del hambre, la miseria y la opresión, que matan nuestra esperanza y no dejan lugar para creer. Ella nos libera como liberó al cautivo de otras épocas, suscitando redentores para que liberen con ella; saliendo con ellos al encuentro del hombre sufriente para procurarle la libertad y permitirle que siga peregrinando en la fe hacia la plenitud del encuentro con Dios. Miremos a María y pongamos en ella nuestra esperanza de libertad.

PRECES.
Oremos a Cristo que en la imagen de Nuestra Madre nos invita a romper las cadenas de la cautividad y digámosle:

¡SEÑOR, LIBERA A TODOS LOS CAUTIVOS!

Tú que para ser libre redimiste al hombre, libéranos de la servidumbre del pecado personal y social que impide que crezcamos como hombres y entremos en comunión con el padre. Roguemos al Señor.

Tú que salvaste al hombre entero y a todos los hombres, danos el valor y el discernimiento para que contribuyamos a que la riqueza transformadora de tu Evangelio se haga presente en nuestra patria, en la cultura, en la economía, en
las relaciones personales y sociales y en la política. Roguemos al Señor.

Tú que te acercas a nosotros en la humildad de María y a través de ella nos enseñas cómo Tú nos liberas, conviértenos en testigos en testigos activos de tubamor que hace libre. Roguemos al Señor.

Tú, Señor que has entrado en nuestra historia y en María nos revelas tu intervención a favor de los humildes, débiles y pobres, ayúdanos anexperimentar tu salvación liberación y a ofrecerla humildemente a nuestros hermanos.
Roguemos al Señor.

Oración: Señor Jesucristo, Redentor del hombre, míranos a quienes estamos reunidos para celebrar a tu madre, bajo el título de la Merced y concédenos tu espíritu, ara que socorramos con activa caridad a nuestros hermanos necesitados y los guiemos a lanlibertad que Tú nos mereciste con tu sacrificio. Amén.

COMPROMISO.
Descubrir aquello que me esclaviza interiormente y no me deja ser libre para amar. Preocuparme por descubrir qué es lo que esclaviza a los hombres de nuestro tiempo.

SALUTACIONES.
Yo te venero con todo el corazón, Virgen Santísima de la Merced, sobre todos los
Ángeles y Santos del Paraíso, como Hija del Eterno Padre y te consagro mi alma con todas sus potencias.

Dios te salve, María…

Yo te venero con todo el corazón, Virgen Santísima de la Merced, sobre todos los
Ángeles y Santos del Paraíso, como Madre de Dios Hijo y te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos.

Dios te salve, María...

Yo te venero con todo el corazón, Virgen Santísima de la Merced, sobre todos los
Ángeles y Santos del Paraíso, como Esposa del Espíritu Santo y te consagro mi corazón con todos sus afectos, pidiéndote que me obtengas de la santísima trinidad todos los medios y gracias que necesito para mi salvación eterna.

Dios te salve, María…

Gloria al Padre…).

En un momento de silencio pidamos la gracia que se deseamos obtener por intercesión de nuestra Madre santísima Nuestra señora de la Merced.

ORACIÓN FINAL.
Acudimos a ti, gloriosa madre de misericordia, para implorar una vez más tu auxilio, pidiendo la conversión de los pecadores, la estabilidad cristiana de la familia, la paz de tus hijos y el descanso eterno de nuestros queridos difuntos. Ruega por todos, Virgen bendita de las Mercedes. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡¡¡Viva Nuestra señora de la Merced!!!

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 16, 1-13. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tení...
21/09/2025

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 16, 1-13. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando”.

El administrador se puso a decir para sí: “¿Qué voy a hacer, pus mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”. Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi amo?”. Este respondió: “Cien barriles de aceite”.

Él le dijo: “Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Luego dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?”. Él contestó: “Cien fanegas de trigo”. Le dijo: “Aquí está tu recibo, escribe ochenta”.

Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz. Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.

El que es de fiar en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto. Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?

Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».

Palabra del Señor.

20/09/2025
Lectura del santo evangelio según san Lucas 8, 4-15. En aquel tiempo, habiéndose reunido una gran muchedumbre y gente qu...
20/09/2025

Lectura del santo evangelio según san Lucas 8, 4-15. En aquel tiempo, habiéndose reunido una gran muchedumbre y gente que salía de toda la ciudad, dijo Jesús en parábola: «Salió el sembrador a sembrar su semilla. Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros se lo comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso y, después de brotar, se secó por falta de humedad. Otra parte cayó entre abrojos, y los abrojos, creciendo al mismo tiempo, la ahogaron. Y otra parte cayó en tierra buena y, después de brotar, dio fruto al ciento por uno».

Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga». Entonces le preguntaron los discípulos qué significaba esa parábola. Él dijo:
«A vosotros se os ha otorgado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los demás, en parábolas,” para que viendo no vean y oyendo no entiendan”. El sentido de la parábola es este: la semilla es la palabra de Dios.

Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que, al oír, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan.

Lo que cayó entre abrojos son los que han oído, pero, dejándose llevar por los afanes y riquezas y placeres de la vida, se quedan sofocados y no llegan a dar fruto maduro. Lo de la tierra buena son los que escuchan la palabra con un corazón noble y generoso, la guardan y dan fruto con perseverancia».

Palabra del Señor.

SEXTO DÍA DE LA NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED. ¡Ave María Purísima! ¡sin pecado concebida¡Por la señal de la Sant...
20/09/2025

SEXTO DÍA DE LA NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED. ¡Ave María Purísima! ¡sin pecado concebida¡

Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO.

Ven Espíritu Santo llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu. Que renueve la faz de la Tierra. Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo; concédenos que, guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN.

¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las p***s del in****no. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS.

¡Oh! Virgen Santísima de las Mercedes, Redentora de Cautivos y Reina de los cielos y tierra: Ante tu altar postrados, aquí estamos para solicitar tus auxilios y pedir tu bendición de Madre. No nos abandones. Ruega al Señor por nosotros y sigue ejercitando tu oficio de Patrona y abogada nuestra. Todo lo esperamos de Jesucristo en quien confiamos y de tu benigna y amorosa protección, que en tantas ocasiones nos ha librado del mal. Atiende a nuestra súplica y remedia la necesidad que en esta novena te presentamos. Amén.

DIA SEXTO: VIRGEN DE LA MERCED LIBRANOS DE LA MUERTE DEL PECADO.

ORACIÓN DEL SEXTO DÍA.

Señor, Dios de la Misericordia, que por medio de la reina Esther libraste a los israelitas de la sentencia de muerte dictada por Asuero; te rogamos, piadoso dueño de nuestras almas, que, por la intercesión de la Santísima Virgen María de la Merced, nos libres de la muerte del pecado, concediéndonos la libertad de los Hijos de Dios y vivir en gracia hasta que podamos g***r eternamente en la gloria. Amén.

REFLEXIÓN DEL DÍA: MARÍA Y NUESTRA ORACIÓN REDENTORA.

Nosotros entramos en comunión con María por la plegaria. Como madre de nuestra familia ora con nosotros. La presencia orante de María en la Iglesia naciente se realiza también en nuestra familia mercedaria que quiere imitar a aquella comunidad donde “los discípulos se dedicaban a la oración en común, junto con María, la madre de Jesús”. María es modelo de nuestra plegaria redentora. En el Magníficat, el canto de los tiempos mesiánicos, María difunde su espíritu en expresiones de glorificación a Dos, de humildad, de fe y de esperanza. María no dudó en proclamar que Dios es enaltecedor de los humildes y de los oprimidos y que arroja del trono a los poderosos del mundo. A la luz de la Sagrada Escritura, ella recuerda que el Dios del Éxodo es un Dios liberador de la opresión y de la esclavitud y en su canto anticipa estas realidades de los tiempos comenzados por su Hijo, Cristo, en el cual se encuentra el prójimo marginado, liberado por Él de todas las desigualdades sociales, de todas las injusticias humanas, de todas las esclavitudes, para hacerlo vivir en la libertad y la justicia. Nuestra oración será redentora si como la de María, se preocupa por la situación del hombre sufriente, oprimido, marginado.

PRECES.

Oremos a Cristo que nos ha enseñado a dirigirnos al Padre, digámosle:

¡SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR!

Tú que mostraste a San Pedro Nolasco que padecías en los cautivos, enséñanos a ver tu imagen de crucificado en todo hombre que sufre, especialmente en aquellos a quienes se niega su dignidad de hijos de Dios. Roguemos al Señor.

Tú que, a través de Mará, Nuestra Madre de la Merced y en la oración, convertiste en redentores como Tú a San Pedro Nolasco y sus seguidores, transfórmanos para poder ser enviados a aquellos hermanos nuestros que se encuentran en peligro de perder su fe. Roguemos al Señor.

Tú que nos llamaste a formar la familia mercedaria, llévanos por el camino de la oración que nada nos esclavice, que te descubramos a Ti como amigo y a Dios como Padre, que nuestra oración termine en la entrega redentora de estar
dispuestos a entregarlo todo para que otros gocen la alegría de la fe en Ti. Roguemos al Señor.

Tú que has formado la familia mercedaria por medio de María, tu Madre, ilumínanos y enciende nuestro corazón para que hagamos nuestro su canto del Magníficat y nos pongamos, como ella, al servicio de los cautivos de hoy. Roguemos al Señor.

Oración: Señor Jesucristo, Redentor del hombre, míranos a quienes estamos reunidos para celebrar a tu Madre, bajo el título de la Merced y concédenos tu Espíritu, para que socorramos con activa caridad a nuestros hermanos necesitados y los guiemos a la libertad que Tú nos mereciste con tu sacrificio. Amén.

COMPROMISO.

Orar preocupándome y pidiendo por los perseguidos, oprimidos y marginados.

SALUTACIONES.

Yo te venero con todo el corazón, Virgen Santísima de la Merced, sobre todos los
Ángeles y Santos del Paraíso, como Hija del Eterno Padre y te consagro mi alma con
todas sus potencias.

Dios te salve, María…

Yo te venero con todo el corazón, Virgen Santísima de la Merced, sobre todos los
Ángeles y Santos del Paraíso, como Madre de Dios Hijo y te consagro mi cuerpo con
todos sus sentidos.

Dios te salve, María...

Yo te venero con todo el corazón, Virgen Santísima de la Merced, sobre todos los
Ángeles y Santos del Paraíso, como Esposa del Espíritu Santo y te consagro mi corazón
con todos sus afectos, pidiéndote que me obtengas de la santísima trinidad todos los
medios y gracias que necesito para mi salvación eterna.

Dios te salve, María…

Gloria al Padre…).

En un momento de silencio pidamos la gracia que se deseamos obtener por intercesión de nuestra Madre santísima Nuestra señora de la Merced

ORACIÓN FINAL.
Acudimos a ti, gloriosa madre de misericordia, para implorar una vez más tu auxilio, pidiendo la conversión de los pecadores, la estabilidad cristiana de la familia, la paz de tus hijos y el descanso eterno de nuestros queridos difuntos. Ruega por todos, Virgen bendita de las Mercedes. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡¡¡Viva Nuestra señora de la Merced!!!

QUINTO DÍA DE LA NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED.¡Ave María Purísima! ¡sin pecado concebida¡Por la señal de la Sant...
19/09/2025

QUINTO DÍA DE LA NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED.

¡Ave María Purísima! ¡sin pecado concebida¡
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO.

Ven Espíritu Santo llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu. Que renueve la faz de la Tierra. Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo; concédenos que, guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN.

¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las p***s del in****no. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS.

¡Oh! Virgen Santísima de las Mercedes, Redentora de Cautivos y Reina de los cielos y tierra: Ante tu altar postrados, aquí estamos para solicitar tus auxilios y pedir tu bendición de Madre. No nos abandones. Ruega al Señor por nosotros y sigue ejercitando tu oficio de Patrona y abogada nuestra. Todo lo esperamos de Jesucristo en quien confiamos y de tu benigna y amorosa protección, que en tantas ocasiones nos ha librado del mal. Atiende a nuestra súplica y remedia la necesidad que en esta novena te
presentamos. Amén

DÍA QUINTO: SEÑORA NUESTRA DERRAMA TUS DIVINAS BENDICIONES Y LIBRANOS DEL PELIGRO DEL MUNDO.

ORACIÓN DEL QUINTO DÍA.

Clementísimo Señor, Padre amoroso y benignísimo creador nuestro, somos pecadores y por ellos merecedores de castigo en este mundo y en el otro, más por tu infinita misericordia, nos concedes un refugio seguro en la protección de tu Santísima Madre; continúa derramando sobre cuantos la veneramos como a Madre de Merced y
Misericordia tus divinas bendiciones, para que, libres de los peligros de este mundo, lleguemos con su protección, al Puerto seguro de la Gloria. Amén.

REFLEXIÓN DEL DÍA: MARÍA, VIRGEN DE LA CARIDAD ARDIENTE.

Amar es dar. Es dar el tiempo que nosotros necesitamos; es dar nuestra salud; dar nuestros talentos; es darnos; es dar al Dios que habita en nosotros. Amar es darlo todo y María lo dio todo; se dio a sí misma. Dio su cuerpo para que, en Él, Dios se encarnara. Dio su vida para que, en ella, Dios obrara maravillas. Dio a su Hijo amantísimo, el fruto de sus entrañas. Dio su tiempo; dio su afecto; dio su alegría. Lo dio todo sin guardarse nada. Lo dio todo para tenerlo todo en Dios.
Amar es dar y María dio y María amó. Amó en el silencio; amó en la oración; amó en la contemplación; amó en el servicio. Amó a Dios y amó a su prójimo. Amó hasta el extremo; amó como Jesús, hasta el sacrificio.
Y hoy, sigue amando. Por eso la llamamos Madre del Amor Hermosos. Sigue cuidando y compadeciéndose de sus hijos; sigue dando a los hombres el don precioso de la libertad para que tengan fe; por eso la llamamos Virgen Madre de la Merced. Hoy sigue amando y su amor es ejemplo para nuestro amor. Su amor es voz que dice que
amar es darse plenamente; es dar la vida por la libertad y la fe del hermano; es dar la mayor riqueza que poseemos: Cristo Jesús, Redentor del mundo, para que los demás crean en El y creyendo se salven. Amar es darse; como Jesús; como María, la Virgen de la caridad ardiente.

PRECES.
Oremos al Señor Jesús, amor del padre derramando entre los hombres y digámosle:

¡AYÚDANOS A VERTE EN NUESTRO HERMANO!

Señor Jesucristo, Tú que nos has enseñado que no hay más que dos amores: el amor a nosotros mismos y el amor a Ti y al prójimo, concédenos descubrir y superar nuestros egoísmos grandes y pequeños. Roguemos al Señor.

Señor Jesucristo, Tú que predicaste, viviste y realizaste un amor muy concreto con la entrega libre de tu propia vida, libéranos de las falsas concepciones de amor: el sentimentalismo, la se*******ad, la superficialidad del que da lo que le
sobra o con orgullo. Roguemos al Señor.

Señor Jesucristo, Tú que visitaste en el vientre de tu madre a Santa Isabel y le inspiraste que permaneciera con ella sirviéndola, ayúdanos a que nuestro amor por Ti se manifieste como servicio a los hermanos. Roguemos al Señor.

Señor Jesucristo, concédenos ser libres para dejarte amar a los hombres a través de nosotros, en la oficina, en la escuela, en la calle, en el deporte, en la familia, en el grupo de apostolado, en la Iglesia y en el mundo. Roguemos al Señor.

Oración: Señor Jesucristo, redentor del hombre, míranos a quienes estamos reunidos para celebrar a tu Madre, bajo el título de la Merced y concédenos tu espíritu, para que socorramos con activa caridad a nuestros hermanos necesitados y los guiemos a la libertad que Tú nos mereciste con tu sacrificio. Amén.

COMPROMISO.

Amar como María siendo disponible para Dios y los hermanos.

SALUTACIONES.

Yo te venero con todo el corazón, Virgen Santísima de la Merced, sobre todos los
Ángeles y Santos del Paraíso, como Hija del Eterno Padre y te consagro mi alma con todas sus potencias.

Dios te salve, María…

Yo te venero con todo el corazón, Virgen Santísima de la Merced, sobre todos los
Ángeles y Santos del Paraíso, como Madre de Dios Hijo y te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos.

Dios te salve, María...

Yo te venero con todo el corazón, Virgen Santísima de la Merced, sobre todos los
Ángeles y Santos del Paraíso, como Esposa del Espíritu Santo y te consagro mi corazón con todos sus afectos, pidiéndote que me obtengas de la santísima trinidad todos los medios y gracias que necesito para mi salvación eterna.

Dios te salve, María…

Gloria al Padre…).

En un momento de silencio pidamos la gracia que se deseamos obtener por intercesión de nuestra Madre santísima Nuestra señora de la Merced.

ORACIÓN FINAL.
Acudimos a ti, gloriosa madre de misericordia, para implorar una vez más tu auxilio, pidiendo la conversión de los pecadores, la estabilidad cristiana de la familia, la paz de tus hijos y el descanso eterno de nuestros queridos difuntos. Ruega por todos, Virgen bendita de las Mercedes. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

¡¡¡Viva Nuestra señora de la Merced!!!

Lectura del santo evangelio según san Lucas 8,1-3. En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo ...
19/09/2025

Lectura del santo evangelio según san Lucas 8,1-3. En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios, acompañado por los Doce, y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes; Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.

Palabra del Señor.

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