Kika Flores

Kika Flores ¡Sé realista, exige lo imposible!❤️‍🔥

10/09/2025

Guerrero, con mayor número de desapariciones
Luis Herrera

En el panorama desalentador de las desapariciones en México, Guerrero emerge como un territorio donde la violencia estructural ha encontrado su expresión más cruda. Mientras 133,033 personas han sido desaparecidas en México según fuentes oficiales, este estado sureño concentra una proporción desproporcionada de casos que revelan no solo la magnitud del fenómeno, sino las profundas raíces históricas y sistémicas que lo alimentan.
La tragedia de las desapariciones en Guerrero no es un fenómeno reciente. La guerra sucia en Guerrero dejó más de 850 desaparecidos, estableciendo un patrón de impunidad que se perpetúa hasta nuestros días. Desde el caso emblemático de Rosendo Radilla que llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos donde sentenciaron al estado mexicano por su desaparición forzada, desde 1974 hasta la fecha el ejército se ha negado a declarar quienes y a donde se llevaron a Rosendo Radilla.
Esta continuidad histórica no es casualidad. Ningún gobierno se ha atrevido a indagar al Ejército; más bien en los últimos sexenios le han asignado la guerra contra el narcotráfico, perpetuando estructuras de poder que normalizan la desaparición como herramienta de control social y territorial.
Los datos recientes pintan un cuadro alarmante. Los casos de desaparición en la historia reciente de Guerrero, comenzaron a aumentar en el 2007, siendo el 2014 el año con la mayor concentración de casos, con 361 personas que continúan desaparecidas. Este pico coincide significativamente con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, un caso que visibilizó aún más la problemática pero que, paradójicamente, no ha logrado frenar la espiral de violencia.
Acapulco concentra la mayor cantidad de casos de personas desaparecidas, para mayo de 2024, continuó como el municipio con más casos, pasando de 1118 a 1195 casos. Este aumento constante revela la incapacidad o falta de voluntad política para abordar las causas estructurales del problema.
La crisis adquiere dimensiones aún más preocupantes cuando analizamos su impacto diferenciado por género. Según la zona geográfica del estado, la causa de las desapariciones de mujeres y niñas: tráfico, prostitución, explotación en labores domésticas (tareas de limpieza en "casas de seguridad", por ejemplo) y noviazgos forzados. Esta tipología revela cómo las desapariciones se articulan con estructuras patriarcales que cosifican y explotan a las mujeres.
En este rango de edad se concentra 21% de los casos de niñas y mujeres desaparecidas, evidenciando que la violencia se ceba especialmente en los sectores más vulnerables de la población.
La crisis guerrerense no puede desvincularse del panorama nacional. 2024 cerró como el año con mayor número de desapariciones, al registrar 13,627. Esto equivale a un incremento del 32%, mientras que en 2025, al revisar la cantidad de fichas de búsqueda que se emiten, se tiene una medición de tres personas desaparecidas cada hora a nivel nacional.
Guerrero, que históricamente ha sido laboratorio de represión estatal, anticipa tendencias que después se extienden al resto del país. Este número (505 personas) representa aproximadamente el 58% de los registros de personas desaparecidas en este periodo a nivel nacional, mostrando cómo un solo estado puede concentrar más de la mitad de los casos nuevos registrados.
La persistencia del fenómeno revela fallas estructurales profundas. Se cree que muchas no lo hacen nunca por motivos de seguridad o por falta de confianza o de información, evidenciando que la subnotificación es tan grave como el problema mismo. Cuando las víctimas y sus familias no confían en las instituciones, el Estado pierde su legitimidad más básica.
En el Registro Nacional, más del 87 % de los casos activos se consideran desapariciones forzadas o cometidas por particulares, pero esta distinción oculta la complicidad y omisión estatal que hace posible la operación de grupos criminales.
Cada estadística representa familias destrozadas, comunidades aterrorizadas y un tejido social fragmentado. La CNB reconoce, oficialmente, 605 desapariciones forzadas y 96 548 desapariciones cometidas por particulares, pero estas categorías no capturan la complejidad de un fenómeno donde la línea entre lo estatal y lo criminal se desdibuja constantemente.
Las organizaciones civiles y colectivos de madres buscadoras han llenado el vacío institucional, pero su labor heroica no debería ser necesaria en un Estado de derecho funcional. Su existencia misma es testimonio del fracaso estatal.
La crisis de desapariciones en Guerrero no es un problema de seguridad pública convencional; es la manifestación de un proyecto político que ha normalizado la eliminación de personas como mecanismo de control territorial y social. La continuidad entre la guerra sucia de los años 70 y la crisis actual revela que estamos ante un patrón estructural, no ante una anomalía.
La respuesta estatal, centrada en la militarización y la criminalización de la protesta social, perpetúa las condiciones que hacen posible la desaparición. Mientras no se desarticule la arquitectura de impunidad que protege tanto a agentes estatales como a grupos criminales, Guerrero seguirá siendo el laboratorio de la desaparición en México.
Guerrero no es solo un estado con altos índices de desaparición; es el espejo donde México puede verse sin maquillaje. La crisis guerrerense anticipa lo que puede ocurrir en el resto del país si no se toman medidas estructurales urgentes.
Se requiere una transformación que vaya más allá de cambios cosméticos: desmilitarización real, justicia transicional, reparación integral a las víctimas y, sobre todo, el reconocimiento de que la desaparición no es un efecto colateral de la violencia, sino una tecnología de poder que debe ser desmantelada desde sus cimientos.
El silencio no es neutral; es complicidad. Mientras Guerrero siga siendo el epicentro silenciado de esta tragedia, México seguirá siendo un país donde desaparecer personas es una política de Estado encubierta tras el discurso de la seguridad nacional.

10/09/2025

En el recién nombrado Paquete Económico de 2026 se proyecta el gasto de inyección a PEMEX por 263,500 millones de pesos lo que equivale a 14.100 millones de dólares, debido a la abultada deuda financiera de la empresa por 98.800 millones de dólares, la más grande del mundo entre petroleras, y vencimientos el próximo año que rebasan los 20.000 millones de dólares.

10/09/2025

Nuestra tarea urgente es sistematizar una estrategia colectiva de desintoxicación. Ello implica crear observatorios semióticos que estudien con rigor científico los mecanismos de manipulación; impulsar escuelas populares de comunicación que enseñen a leer críticamente los medios; fortalecer medios comunitarios y públicos como espacios de producción alternativa de sentido; desarrollar tecnologías libres que disputen la hegemonía algorítmica; articular movimientos sociales con intelectuales y artistas para elaborar narrativas emancipadoras. Nuestra Filosofía de la Semiosis, lejos de ser un dogma, debe convertirse en herramienta práctica para la construcción de una comunicación de nuevo género, liberada de la lógica mercantil y orientada al florecimiento de la conciencia. 🔈

09/09/2025

¿Está naciendo un nuevo orden mundial?

Las amenazas, aranceles y sanciones que Donald Trump ha impuesto sobre varios países ha empujado la creación de nuevas alianzas que ponen en jaque la hegemonía norteamericana.

La política beligerante de Trump es la que esta unificando al resto del mundo, contra la hegemonía unipolar, como el caso de India quien luego de haber sufrido un ultimátum por importar petróleo ruso, declaró que el comercio de petróleo de la India es mucho más importante para su economía que su comercio con Estados Unidos. Así más países que se mantuvieron por mucho tiempo bajo el dominio del imperio Yanki hoy buscan alianzas que sean más beneficiosas para su país y habitantes.

https://acortar.link/daAEEx

30/08/2025

Pobreza en Guerrero, un síntoma del capitalismo en descomposición
Luis Herrera

Las cifras oficiales pintan un panorama triste para Guerrero. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 58.1 % de la población del estado vive en pobreza multidimensional. Esto representa aproximadamente 2 092 600 personas, una realidad que ubica a Guerrero como la segunda entidad más empobrecida de México, solo después de Chiapas. Más grave aún es que el 21.3 % de la población, alrededor de 769 000 guerrerenses, sobrevive en condiciones de pobreza extrema.

Si bien el CONEVAL reporta una ligera disminución en la pobreza general (del 66.4 % en 2020 al 60.4 % en 2022) y en la extrema (del 25.5 % al 22.2 % en el mismo periodo), esta fría estadística esconde un retroceso alarmante en derechos fundamentales. El rezago educativo aumentó del 26.6 % al 28.8 %, y el porcentaje de personas sin acceso a servicios de salud se disparó del 33.5 % al 52.7 % entre 2020 y 2022. Guerrero mantuvo, en 2020, el dudoso título de ser el estado con el mayor grado de marginación en el país, con un índice de 10.989, calificado como “muy alto”.

De sus 85 municipios, 34 padecen una marginación “muy alta” y 28 “alta”.
Estos números se traducen en vidas de precariedad: el 42.5 % de la población no completó la educación básica; el 12.47 % es analfabeta; el 9.38 % vive sin drenaje; el 11.55 % sin agua entubada; el 32.9 % enfrenta hacinamiento; y el 80.3 % de los trabajadores gana hasta dos salarios mínimos. En 16 municipios, más de la mitad de la población vive en la pobreza extrema.

Frente a este escenario, surge una pregunta inevitable: ¿es esta pobreza un simple accidente o el resultado de una administración estatal deficiente? La tesis de este artículo es que no. La pobreza en Guerrero es un síntoma de una enfermedad sistémica: el capitalismo en descomposición. Como argumentaba Karl Marx, el capitalismo se sustenta en la explotación de la clase trabajadora. La riqueza generada por el proletariado es apropiada por la clase capitalista, concentrando el capital en pocas manos. La pobreza, lejos de ser una falla, es una condición estructural que garantiza la disponibilidad permanente de mano de obra barata, el verdadero sostén del sistema.

Guerrero es un ejemplo paradigmático. A pesar de su vasta riqueza natural y su enorme potencial turístico, la mayoría de su población permanece excluida de sus beneficios. Este empobrecimiento masivo no es casual; sirve para mantener una fuerza laboral dócil y barata, mientras una minoría se apropia de las ventajas económicas. La marginación (con su secuela de educación incompleta, vivienda indigna y falta de acceso a salud y agua potable) actúa como una herramienta disciplinaria. Al fragmentar a la población y relegarla a la mera supervivencia, el sistema impide que se articule una conciencia de clase sólida y una organización autónoma. Municipios como Cochoapa el Grande, con más del 50 % de analfabetismo y sin drenaje, no son anomalías; son la cara más brutal del núcleo ideológico del capitalismo: la desigualdad como factor estructural de contención social.

Eventos recientes, como los huracanes Otis y John que devastaron Acapulco y otras zonas turísticas, no hicieron más que profundizar esta pobreza estructural y exponer crudamente la desprotección de la mayoría. Mientras la población lucha por reconstruir sus hogares y su vida, el capital demuestra su lógica perversa: continúa concentrándose en actividades especulativas y en un turismo de élite, alejado de las necesidades de la gente.

Ante esto, las políticas sociales paliativas (programas como Prospera, Sembrando Vida o Procampo) actúan como un opio social. Alivian el dolor de forma fragmentaria y temporal, pero en ningún momento cuestionan la lógica explotadora del sistema. La pobreza no se erradicará con transferencias monetarias, sino con la expropiación de los medios de producción por una clase trabajadora organizada. Cualquier política social que aspire a ser transformadora debe tener como meta la redistribución radical del poder y el capital, no el mantenimiento del statu quo.

La pobreza y la marginación en Guerrero no son “fallas administradas” corregibles con ajustes técnicos. Son el resultado inevitable de un sistema que prioriza la acumulación privada por encima del bienestar social. La verdadera emancipación de Guerrero, y de México, exige una ruptura definitiva con la lógica del capital. No se necesitan reformas cosméticas, sino una reorganización socialista del poder productivo. Solo a través de la organización consciente del proletariado, guiado por un análisis marxista de su realidad, podrá iniciarse la verdadera superación de la marginación y la pobreza.

08/08/2025
02/08/2025
02/08/2025
09/07/2025

Les comparto mi artículo para Buzos de la Noticia 1193, "Folklor Internacional en " que pueden leer en buzos.com.mx o desde mi blog en https://tinyurl.com/yc53xe66.

Por primera vez en Tecomatlán, en el monumental Teatro Aquiles Córdova Morán (obra realizada por el Movimiento Antorchista) se presentó el Festival Internacional “Las culturas del mundo”. El pasado 27 de junio, ante dos mil 500 invitados –ciudadanos de Tecomatlán, de municipios vecinos, estudiantes y maestros– se presentaron artistas de Colombia, Costa Rica, Rumania, Polonia y México, que estuvo representado por el Ballet Nacional del Movimiento Antorchista.

El pueblo de México y el pueblo de Tecomatlán deben apreciar en todo lo que vale este evento y su significado. Pese a las políticas de ataque permanente en contra de nuestro movimiento desde que entró como Presidente de la República el morenista Andrés Manuel López Obrador, uno de cuyos objetivos fue acabar con las organizaciones sociales (y, por lo tanto, durante 130 veces acusó falsamente a la “Antorcha mundial” de que nos quedábamos con el dinero del pueblo) y después de que cancelara todos los recursos públicos para la solución de las demandas de los mexicanos, con lo cual castigaba seriamente al pueblo trabajador, el gigantesco Teatro Aquiles Córdova Morán se concluyó con el esfuerzo colectivo, lo cual prueba la capacidad que tiene el pueblo cuando se organiza y lucha.

Esta obra demuestra a propios y a extraños, pero en particular a los habitantes de Tecomatlán y de la Mixteca, que estar organizados vale la pena; que la unidad del pueblo permite brincar cualquier obstáculo, pues sin ningún apoyo del Gobierno Federal, sino con el esfuerzo de la lucha organizada se logró concluir esta magnífica obra. Por lo tanto, debemos confiar en la unidad, en la organización popular y, al propio tiempo, debemos combatir el egoísmo, el individualismo y salir de la idea de que la situación no va a cambiar, que las cosas están mal porque así son las cosas y nada hay que hacer. Falso. El pueblo tiene que saber que sí hay remedio; que el remedio a sus males está en su organización. Por lo mismo debemos defender lo que se ha logrado hasta ahora y confiar en el Movimiento Antorchista y en la capacidad del pueblo organizado, pues ya estamos viviendo lo que le pasa al país en manos de Morena: inseguridad insoportable, falta de salud, graves problemas con la vivienda, empleos mal remunerados, mucho desempleo y un largo etcétera.

Hay quienes creen que con el dinero que les da el gobierno en forma de tarjetitas solucionarán todos sus males y dejarán de ser pobres; pero eso es falso. No sólo deben entender que el dinero que les dan es su propio dinero, pues proviene de nuestros impuestos; además, el gobierno no reconoce algo que ya se empieza a notar: que ya no tiene dinero. Una muestra de ello son los alumnos de las escuelas de Tecomatlán que recibieron su beca, pero en esta ocasión sólo con retroactivo a enero, cuando antes les daban con retroactivo a todo el ciclo escolar.

Cierto es que recibir un dinerito no programado resuelve un par de males y le da a la gente la capacidad de tener un ingreso extra al que escasamente pueden juntar los más humildes; sin embargo, tres cosas suceden: una vez que se gastan el dinero de la tarjeta quedan igual de mal que antes, no mejora su anterior condición precaria; segundo, el gobierno no les resuelve nada más de sus necesidades, no les da medicinas, se deteriora el sistema de salud, suben los precios, la inseguridad aumenta, la drogadicción corrompe a los jóvenes, etc., pues todo se lo cargan a la “tarjetita”: si necesitas drenaje, la tarjetita; si necesitas medicina agarra de la tarjetita, porque en los hospitales ya no hay y el poco dinero alcanza para menos, porque los precios han subido. Finalmente, ¿en qué nos gastamos los mexicanos nuestro dinero?, fundamentalmente en alimentos, transporte y comunicaciones; por lo tanto, gastamos en Bimbo, Marinela, Tía Rosa, Lala, CocaCola, PepsiCola, Sabritas, Telcel, Iusacel, Movistar, AT&T, Unefon, etc., es decir, el dinero de la tarjetita se lo damos a las grandes empresas, que son las que verdaderamente salen ganando. Efectivamente, en lugar de que el gobierno les dé directamente el dinero a las empresas, se lo da a la gente y ésta a las empresas. El gobierno le cobra a la gente la tarjeta exigiéndole que vote por Morena (con la amenaza de que, si no lo hace, se la quitarán), los ricos se vuelven más ricos gracias al dinero público y, finalmente, la gente se queda igual de mal que antes, pues los precios suben, no hay mejoras en los sistemas públicos ni inversión en obras y servicios, por lo que llevan a la gente a la conclusión de que peor es nada, así que no ven útil organizarse. Grave error.

El Teatro Aquiles Córdova Morán es una joya arquitectónica en una zona aislada y semidesértica, pero destinada a ser un ejemplo para México y lo que en él se presenta, con la calidad que se presenta, demuestra también que “el arte fortalece nuestra identidad nacional” como dijo nuestro secretario general, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, en su discurso central en este importante evento. En Tecomatlán se reconoció el trabajo del Ballet Nacional del Movimiento Antorchista por parte del Consejo Internacional de Organizaciones de Festivales de Folklore y de las Artes Tradicionales (CIOFF) y se aseguró que, en la próxima reunión, que se realizará en noviembre, serán integrados el Ballet Nacional y el Mariachi Nacional del Movimiento Antorchista a este Consejo que depende de la UNESCO.

Tanto el majestuoso Teatro, como el público compuesto de ciudadanos tecomatecos, estudiantes, maestros e invitados de otros municipios y los grupos culturales del Movimiento Antorchista son un reflejo del avance organizativo del pueblo de Tecomatlán y, por lo mismo, un ejemplo de lo que se puede hacer en México con voluntad y disposición, razón por la cual debemos garantizar que este proyecto siga creciendo en la dirección actual para hacer que Tecomatlán siga creciendo y siga siendo un ejemplo nacional y, ahora, internacional. Felicidades a los Grupos Culturales Nacionales, al pueblo organizado de Tecomatlán, al Movimiento Antorchista Nacional y a su inspirador, un tecomateco ilustre: el ingeniero Aquiles Córdova Morán.

09/07/2025

🔴 | El PACIC, otro fracaso que la 4T no admite🍅🥩🌽📊

Los datos muestran que la inflación en los productos del PACIC se incrementan, lo que deja a muchas familias sin alivio económico real.

Lee más: lc.cx/13kcYD

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