
09/07/2025
🕊️ “Si Dios fuera inmigrante, también sería expulsado y deportado”, dijo el gobernador de Texas.
Horas después, la naturaleza le respondió con fuerza. No fue casualidad, fue un susurro divino convertido en estruendo.
Porque con Dios no se juega.
Porque cada vez que un poderoso olvida la humanidad, la compasión y la justicia, la vida misma se encarga de recordárselo.
Dios no necesita pasaporte ni visa.
Está en el rostro del migrante, en el llanto del niño desplazado, en las manos que cruzan fronteras buscando esperanza.
Y cuando lo rechazan, no es a un extraño a quien echan… es al amor, a la dignidad y a la conciencia misma.
📖 Que no se nos olvide: quien rechaza al forastero, también rechaza al cielo.