Soy de Arcelia y Tú

Soy de Arcelia y Tú ¡Conozcamos juntos las tradiciones de Arcelia y de todo el estado de Guerrero! Yo soy de Arcelia, y tú, ¿De dónde eres?

“Dentro de 100 años, en 2125, por ejemplo, todos estaremos bajo tierra con nuestros familiares y amigos.Extraños vivirán...
01/07/2025

“Dentro de 100 años, en 2125, por ejemplo, todos estaremos bajo tierra con nuestros familiares y amigos.
Extraños vivirán en nuestras casas y poseerán todo lo que tenemos hoy, ellos ni siquiera sabrán que alguna vez existimos. Sólo seremos parte de una historia en la memoria de nuestras generaciones, pero a la vez, nuestros nombres y formas serán olvidados.

Que vano es vivir en función de conseguirlo todo, de comprarlo todo.
Muchas veces dejamos de amar, de disfrutar y de hacer tantas cosas, como si fuéramos eternos y no fuéramos consientes que nuestra estadía aquí es solo un suspiro.
Gastemos la vida realizando buenas acciones, amando y sobre todo viviendo antes de que sea demasiado tarde”.

‘Ya somos el olvido que seremos’.


19/06/2025

Ciudadanos del estado de Guerrero piden que el próximo huracán se llama Evelin Salgado para que no haga nada en el estado de Guerrero

Soy de Arcelia y Tú Soy Cocho de Arcelia y TuSoyde Arcelia

Arcelia desde las alturas, hermosas postales.📸Andrés Acuña
15/06/2025

Arcelia desde las alturas, hermosas postales.
📸Andrés Acuña

📌 ¡Lloré con esta historia! Papás, esto es para ustedes... 🥺💔—“¡Ponme la cadenita!” —dijo el niño con los ojos llenos de...
05/06/2025

📌 ¡Lloré con esta historia! Papás, esto es para ustedes... 🥺💔
—“¡Ponme la cadenita!” —dijo el niño con los ojos llenos de esperanza…

Aquella mañana fue como tantas otras:

—¡Levántate ya! ¡Lávate la cara! ¡Péinate! ¡Ponte la camisa… rápido!
—¡No hay tiempo para desayunar! Toma el jugo en el camino, pero no lo vayas a tirar.
—¿Qué te dije, tonto? ¡Ya te manchaste! Me tienes harto. Nunca haces nada bien.

El niño guardaba silencio. No podía decir “papá”. Tenía miedo.

En la escuela no se concentraba. Siempre distraído. Siempre triste.
Se preguntaba por qué otros niños eran felices… y él no.

Esa tarde, en un acto de valentía, le habló:

—Hoy la maestra me preguntó: “¿En qué trabaja tu papá?”
Y no supe qué decir...

—Entreno perros —respondió el hombre, sin levantar la vista.

—¿Y qué les enseñas? —preguntó curioso el niño.

—A ser obedientes. A no hacer destrozos. A proteger.
A guiar a ciegos. A rescatar vidas. A ser pacientes, valientes y leales.
Y todo eso… sin pedir nada a cambio.

—¿Y cómo los entrenas?

—Solo les pongo una cadenita. Camino con ellos, les hablo, los corrijo sin lastimarlos y luego los acaricio…
Porque necesitan sentir que no estoy enojado con ellos.
Pero requiere paciencia… mucha paciencia.

El niño tragó saliva. Sus ojitos se llenaron de lágrimas.

Levantó la vista, y con voz temblorosa dijo:

—Ponme la cadenita, papá…
Quiero aprender contigo.
Quiero que me corrijas sin gritar.
Que me acaricies después.
Que me tengas paciencia…

Yo cuidaré la casa, aprenderé a proteger a los demás.
Y si un día tú quedas ciego… yo seré tus ojos.
Solo... ponme la cadenita.

El padre rompió en llanto.

Y en ese abrazo… nació otra cadenita, invisible, pero real.
Una hecha de amor, comprensión y ternura.
Una que, si se cuida, nunca se rompe.

🤍 Que no se nos olvide: los nuestros también necesitan tiempo, cariño y paciencia. Porque el amor no se grita… se demuestra.


ME FALTÓ AMARME A MIDe niña esperaba que mamá me diera un abrazo y me dijera que me amaba. De adolescente esperaba gusta...
05/06/2025

ME FALTÓ AMARME A MI
De niña esperaba que mamá me diera un abrazo y me dijera que me amaba.
De adolescente esperaba gustarle a un grupo de chicas, o a el chico que me gusta a mi.
Cuando elegí a mi compañero de vida esperaba que fuera atento, romántico y muy cariñoso.
Pasaron los días, los años y yo esperaba las flores, los chocolates, las serenatas, las noches románticas y nunca llegaron.
Hoy en mi atardecer veo hacia atrás y me doy cuenta que no me faltaron personas en mi camino, lo que me faltó fue amarme más a mi misma, consentirme, apapacharme, cantarme, hablarme bonito y no esperar nada de nadie.
Me faltó NO delegar mi poder a nadie más que a mi.
Me faltó ser mi más y verdadero amor...
Hoy en mi atardecer veo hacia adelante, me abrazo y me pido perdón porque por mucho tiempo me menosprecié, me dejé de lado, ahora me revaloro y me aferro más a mi, sabiendo que no es ego es amor propio.


LO BORRARON UN DÍA A LA VEZ. No hace falta echarlo a la calle.Basta con ignorarlo cada vez que intenta acercarse.Muchos ...
04/06/2025

LO BORRARON UN DÍA A LA VEZ.

No hace falta echarlo a la calle.
Basta con ignorarlo cada vez que intenta acercarse.
Muchos padres piensan:
“¿Cómo voy a hacerlo sentir mal si nunca lo he golpeado ni echado?”
Pero hay formas silenciosas de hacer sentir a un hijo como si no existiera.
Y lo más doloroso es que esos gestos se repiten todos los días… sin que se den cuenta.

Aquí van 4 errores comunes que hacen que tu hijo se sienta invisible en casa:

1. No lo miras cuando te habla.
Estás con el celular, la TV, la computadora…
y solo asientes sin mirarlo a los ojos.
Tu hijo necesita sentir que lo que dice te importa.

2. Lo corriges en público… pero nunca lo felicitas.
Cada error lo señalas delante de otros,
pero sus logros los pasas por alto.
Eso le enseña que solo es visible cuando falla.

3. Lo interrumpes o minimizas lo que siente.
Cuando dice "me siento mal", tú respondes:
"Eso no es nada" o "no exageres".
Y así aprende que sus emociones no valen.

4. Lo comparas con otros.
“Tu hermano sí ayuda.”
“En mi época, yo no me quejaba.”
Cada comparación es un mensaje:
"Así como eres, no eres suficiente."

“Cuando hablo, no me escucha.
Cuando lloro, se enoja.
Cuando me esfuerzo, no lo nota.
Ya ni intento. Me acostumbré a no contarle nada.”
— testimonio real, 15 años.

EJEMPLO + EJERCICIO:
Una madre se quejaba de que su hijo no la miraba a los ojos.
Él, en una conversación, le dijo:
“Tú nunca me miras cuando hablo. ¿Por qué esperas que yo lo haga contigo?”
Ejercicio: Durante un día completo, cada vez que tu hijo hable, deja lo que estás haciendo y míralo a los ojos.
Cuenta cuántas veces realmente lo escuchas sin interrumpir.

CONSEJO PRÁCTICO:
Ninguna presencia física reemplaza la atención emocional.
No necesitas horas con tu hijo, necesitas minutos de calidad.
Escúchalo con todo tu cuerpo. Y, sobre todo, hazlo sentir importante sin que tenga que gritarlo.

El abandono también se disfraza de rutina.
Y hay hijos que se sienten solos… aunque estén contigo todos los días.


Un muchacho termina el Bachillerato y no tiene ganas de estudiar nada. El padre indignado le dice:¿Ah? ¿No quieres estud...
04/06/2025

Un muchacho termina el Bachillerato y no tiene ganas de estudiar nada. El padre indignado le dice:
¿Ah? ¿No quieres estudiar? Bueno, yo no mantengo vagos, así que vas a trabajar. ¿Estamos?
El padre, que es un hombre con mucho dinero y metido en la política y tiene algunos amigos políticos, dada su larga trayectoria, trata de conseguirle un empleo y habla con uno de sus compañeros del partido que están en el gobierno.
López, ¿te acuerdas de mi hijo? Bueno, fíjate que terminó el bachillerato y no quiere estudiar.
Si puedes, necesitaría un puesto como para que empiece a trabajar ya, mientras decide si va a seguir una carrera... El asunto es que haga algo y no esté vagando ni se la pase en casa haciendo nada, y así ver si se compone y hace algo de provecho. ¿Me explicó?
A los tres días llama Lopez:
José, ya está. Asesor del Secretario de Energía. Unos $ 40,000 al mes, ¿conforme, verdad!?
¡No, no, López! ¡Es una locura!, recién empieza. Tiene que comenzar de abajo y con esa cantidad de dinero se va a poner peor.
A los dos días, llama de nuevo Lopez:
José, ya lo tengo. Le conseguí un cargo de asistente personal de un diputado. El sueldo es más modesto, de $ 25,000 al mes.
¡No, López!, ¡Acaba de salir del bachillerato! No quiero que la vida se le haga tan fácil de entrada. Quiero que sienta la necesidad de estudiar. ¿Me entiendes?
Al otro día:
José, ahora sí... Director de compras de la Secretaría de Comunicaciones, ya está, claro que el sueldo se va muy abajo... Serán $ 15,000 nada más.
Pero, López, ¡por favor! Consíguele algo más modesto. Está empezando, algo de unos
$ 800 a 1000 al mes...
¡Ah, no, eso es imposible, José!
Pero ¿por qué?
Tendría que ser un cargo de maestro, médico, psicólogo, ingeniero..., y esos cargos son por convocatoria; necesita: currículum, título universitario, certificación cada cuatro años, haber hecho méritos, ganar el exámen de la convocatoria, competencias docentes, carta de desempeño de su director... Está dificil, José, está difícil. Trabajos así no se encuentran fácilmente.
Parece un chiste pero es la triste realidad en muchísimos países .


A ti, que tanto me lastimaste...Te dije que estaba sufriendo,Te mostré mis heridasPero en lugar de ayudarme a sanar,Echa...
04/06/2025

A ti, que tanto me lastimaste...
Te dije que estaba sufriendo,
Te mostré mis heridas
Pero en lugar de ayudarme a sanar,
Echaste sal en mis heridas.
Viste mis debilidades y las convertiste en armas,
Cada palabra que decías cortaba más profundamente,
Y cuando estaba al límite, apenas sosteniéndome..,
Me diste un empujón más.
Es como si disfrutaras viéndome desmoronarme,
Como si verme perdida te diera poder.
Sabías exactamente dónde atacar,
Jugando con mi mente como un jueguito que no podías perder.
Quería ser fuerte para ti,
Quería ser con quien pudieras contar,
Pero tú seguías destrozándome,
Pedazo a pedazo, hasta que no quedó nada.
Ahora me siento aquí, rota y vacía,
Y de alguna manera, yo soy la culpable.
Dirás que fui demasiado distante, demasiado fría,
Que no podía abrirme, que no podía ser suficiente.
Y mientras te pintas como la víctima,
El mundo escuchará tu historia,
Pero nadie verá la destrucción silenciosa
que dejaste en mí.


"Hace un mes, mi hijo Andrés apareció en casa con una chica.— Mamá, te presento a Isabel. Nos queremos y hemos decidido ...
04/06/2025

"Hace un mes, mi hijo Andrés apareció en casa con una chica.
— Mamá, te presento a Isabel. Nos queremos y hemos decidido vivir juntos.
¿Y yo qué? ¿Acaso me opongo? Para nada. Como toda madre, lo único que quiero es que mi hijo sea feliz.
— Claro, mi cielo. Vayan a la cocina, prepárense un té. Yo mientras tanto te armo las maletas.
— ¿Cómo que me armas las maletas? — me miró perplejo.
A veces pienso que el sentido común de mi hijo lo heredó de su padre... Como no captó, tuve que ser directa:
— Tal como lo escuchaste. Armo tus cosas y se van a vivir juntos. Es lo que decidieron, ¿no?
— Mamá, entiende... alquilar es caro, no tenemos dinero. Isabel y yo seguimos en la universidad, ya lo sabes. Pensamos quedarnos contigo un tiempo. Solo ocuparíamos un rincón. Te prometo que no te molestaremos.
¡Ajá! Esa historia ya me la conozco. Yo también viví con mi suegra. Diez largos años. Al principio todo es paz y promesas. Luego... comienzan las miradas, los suspiros, las indirectas. Acabamos distanciadas.
No, gracias. No pienso repetir la historia.
Isabel, ni te imaginas del tormento que te estoy evitando.
— No, hijo. Si estás listo para vivir con tu novia, también tienes que estar listo para mantenerla. Madurez no es solo tomar decisiones románticas. Cámbiate a clases nocturnas, consigue un trabajo, alquilen un cuarto.
— ¿Vivir en una residencia con desconocidos? ¡No, mamá! No queremos eso.
Ah, claro. O sea, transformar mi departamento en una residencia improvisada — eso sí es válido. Pero compartir ustedes con otros — no. Qué conveniente.
— Isabel, tú sientes algo por mi hijo, ¿verdad? Aunque es obvio: si quieren vivir juntos, es porque se aman.
— Sí, señora. Lo amo mucho — respondió casi como un suspiro.
— ¿Lo oíste, Andrés? Ella te ama. Y con amor, cualquier rincón es un hogar. ¿No es así, Isabel?
— Sí, es verdad. Iría con él donde fuera.
— Pues excelente. Yo les ayudaré económicamente para que alquilen algo. No se preocupen, no terminarán en una pensión de mala muerte. Solo les pido una cosa: no se olviden de esta “anciana” de vez en cuando.
— ¡Pero usted no es ninguna anciana! ¡Le faltan como cuarenta años para eso! — respondió Isabel con una sonrisa que casi me hizo llorar.
Treinta minutos después, al cerrar la puerta detrás de ellos, no pude evitarlo. Me derrumbé en lágrimas.
Hubiera sido tan fácil dejarlos quedarse: tener a mi hijo cerca, a la novia bajo supervisión…
Pero no. Los hijos deben hacer su propio camino.
Yo ya cumplí el mío: lo crié.
Ahora le toca a él volar por su cuenta."


NO TE ENAMORES DE UNA MADRE SOLTERASí, lo digo en serio, no te enamores de una madre soltera si no has madurado lo sufic...
03/06/2025

NO TE ENAMORES DE UNA MADRE SOLTERA

Sí, lo digo en serio, no te enamores de una madre soltera si no has madurado lo suficiente como para saber que nunca estará sola, no lo hagas si no eres capaz de entender que ella viene en un combo completo con su hijo y que implícitamente al entrar a su vida también terminarás involucrándote con él; si estás acostumbrado a ser siempre la prioridad mejor olvídate de ella, porque por encima de todos siempre estará su hijo; si te consideras un hombre celoso, por favor mejor no la mires, porque en ocasiones tendrá comunicación con el padre y lo que menos quiere es un berrinche de un muchacho inseguro.

No te enamores de una madre soltera porque ella ya sufrió mucho, ya le fallaron y ya se levantó también, su corazón ha cicatrizado y se ha ido curando con el amor de su hijo, ya tuvo en algún momento el sueño y la ilusión de una familia feliz y todo se fue al carajo; ahora ya no se ilusiona tan fácil, ya no le quita el sueño formar una familia porque ya la tiene, ya no piensa cada noche en entrar de blanco a una iglesia, ya no busca un hombre que la llene de palabras bonitas y promesas de amor eterno, ya no cree en el príncipe azul porque ya tiene uno que la despierta cada mañana con un beso.

Entiéndeme esto, si tú aún quieres andar de fiesta cada fin de semana, si quieres seguir controlando lo que hace tu novia, si aún te gusta pelear por tonterías, no la busques, no intentes enamorarla, no seas tan ca**ón para jugar con ella después de todo lo que ha pasado.

Sino te vas enamorar de verdad, sino vas a darlo todo... No te enamores de una madre soltera.


- Abuela ¿Qué haces?- Ay mijo ¿Tú qué crees? Recoger agua en la fuente para los fregaderos.- Pero abuela, si tenemos agu...
03/06/2025

- Abuela ¿Qué haces?
- Ay mijo ¿Tú qué crees? Recoger agua en la fuente para los fregaderos.
- Pero abuela, si tenemos agua en la casa.

Ella ya no me escuchaba, sólo miraba el chorrito que caía hacia el cubo de metal.
Cuando estuvieron llenos se dirigió a la casa.

- Abuela ¿Y los cubos?
- Ahora vendrá el abuelo y me los acercará.
Mi abuelo hacia seis años que había mu**to.

Me fuí tras ella y ví salir a mi tío del establo.
- Tío ¿Dónde vas?
- A acercarle a la abuela los cubos a la puerta.
- Pero si tenemos agua en la casa.
- Lo sé, Daniel, pero tu abuela ya no se acuerda. Hace mucho tiempo que no venís por el pueblo y en ese tiempo la mente de la abuela se quedó anclada en un pasado remoto.
- Y no sería mejor decirle la verdad.
- Quiero que veas una cosa.

Cogió los cubos y los acercó a la puerta. Nos quedamos al otro lado de la calle observando hasta que la abuela se asomó.
- Menos mal, ya era hora que me acercara los cubos se me va hacer mediodia y se me va a juntar los fregados con el guiso. Andrés -le gritó a mi tío desde la puerta- anda muchacho cuando veas a tu padre dile que me acerque una hogaza de pan duro para migas.
- Ya voy madre.- se giró hacia mí- acompáñame al horno.

De camino tuvimos una conversación muy interesante.
- Hace tres años que la abuela comenzó con su demencia. Estábamos todos muy preocupados y los médicos no nos tranquilizaban. Su estado era irreversible e iría a peor con el paso del tiempo. Necesitaba salir de su casa e ingresar en un centro especializado donde cuidarían de ella, eso decía el doctor, pero yo no podía asimilar que mi madre, esa mujer que había podido con todo en esta vida, en sus últimos años estaría en un lugar extraño con gente ajena. Una mañana fui a la casa y no estaba, era muy temprano, me asusté, corriendo por el pueblo desesperado, hasta que la vi en la fuente, como hoy. "Andrés mijo, dile a tu padre que me acerque los cubos para la limpieza" y se fue para la casa.

Fuí yo quien le acerqué los cubos, ese día y el resto de días, quien le trae la hogaza de pan, quien le recoge la verdura del huerto para la ensalada. Creo que en su interior sabe que mi padre ya no está con ella, pero lo sigue sintiendo en cada pequeño gesto. Los médicos le hacen sus revisiones y aunque no recupera la parte perdida, sentirse activa y ocupada, sentirse en su hogar con sus rutinas hace que no se pierda del todo. Aquí en el pueblo nos hemos organizado por turnos para tenerla controlada, incluso tu primo se trasladó a la guardilla para vigilarla de noche, estoy muy orgulloso de él, ha ganado independencia y responsabilidad, y a su edad con 17 años es algo que le servirá en un futuro, lo hará más fuerte.

Volvimos a la casa con la hogaza de pan. La miraba diferente, como si a mis 13 años tuviera que cuidar de ella. Mi madre estaba en la cocina haciendo la comida y hablando con mi padre.
- Mírala, está fatal, está zurciendo calcetines ¿Pero quién zurce cuándo puedes comprar uno nuevo? Quiero llevármela a casa. La podemos llevar a un centro de día mientras trabajamos y luego cuidaría de ella por la noche. Y en verano la volvemos a traer al pueblo.
Mi padre asentía con la cabeza. Pero yo ya no veía bien esa opción. Subí corriendo a mi habitación y corté un calcetín y volví corriendo a donde mi abuela.
- Abuela, se me ha roto el calcetín, podías arreglarlo.
- Claro mijo, déjalo aquí. Le estoy cosiendo un pantalón de campo de tu primo -el pantalón estaba lleno de remiendos- está viejo pero tu primo no quiere deshacerse de él, dice que va cómodo, así que casi cada semana debo zurcirlo. Me gusta que sea tan aprovechado, tu abuelo también lo era.
- ¿Lo era abuela?
- No sé lo digas a nadie, pero sé que tu abuelo ya no está con nosotros. Al principio me consumía la pena y la tristeza, pero un buen día decidí que aunque no estuviera yo iba a hacer como si siguiera aquí conmigo. Y entonces sucedió un milagro, todo mi alrededor se volcó en recordarlo, en hacer para mi, cosas que hacía él. Y yo les sigo la corriente. ¿Que te parece mijo?
- Muy inteligente abuela.
- Se que has cortado el calcetín con unas tijeras, se que lo has hecho para que te mime y te cuide como a tus primos, ya que al vivir tan lejos no puedo atenderte como debería. Llevo muchos años cosiendo para no diferenciar un corte limpio.
- Lo siento abuela, es que quería serte útil.
- Yo solo con verte rondar a mi alrededor ya soy feliz.
- ¿Crees que podría quedarme todo el verano aquí contigo, cuando se marchen mis padres?
- Creí que no querías venir al pueblo, que te trajeron a rastras.
- Bueno, es que no hay wifi, pero ya no me importa, hay muchas cosas que hacer.
- No sé qué será eso, pero sí que hay muchas cosas que hacer, tu abuelo cundía mucho. Si te quieres quedar me harás la mujer más feliz del mundo.
Me fui para la cocina.
- He pensado en quedarme aquí todo el verano y cuidar de la abuela cuando os marchéis.
- Bueno, habíamos pensado en llevarnos a la abuela a vivir con nosotros.
- ¿Os llevaréis también al abuelo?
- Daniel, el abuelo está mu**to.
- No para la abuela, y si no podéis llevaros al abuelo es mejor que se quede aquí con él. A ver si va a traer los cubos y no va a tener quién los recoja en la puerta.
- No te entiendo hijo.
- A quien tienes que entender es a la abuela. Este es su sitio y no, no está demente, solo que su mente no quiere olvidarse de lo que quiso de verdad.

Así se madura, llenando cubos en la fuente, como hacía mi abuela, como se hacía antaño, como no deberíamos olvidar las generaciones futuras.


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