
09/06/2025
Guerra sucia disfrazada de periodismo: medios pagados mienten sobre accidente para atacar a director de medios
Córdoba, Ver.- Una vez más, medios al servicio del poder intentan fabricar una historia donde no la hay, tergiversando un accidente protagonizado por el ciudadano Abraham G., hermano del director general de medios, Omar Sosa García, para seguir alimentando su guerra sucia.
Los hechos ocurrieron la madrugada de este domingo, cuando Abraham G. circulaba sobre el bulevar Córdoba–Fortín y, tras perder el control del vehículo, ocurrió un percance. Era él quien conducía, no Omar Sosa, como falsamente se ha difundido. El conductor fue evaluado por elementos de Tránsito Municipal, quienes actuaron conforme a Derecho y confirmaron que Abraham no estaba en estado de ebriedad. Por tratarse de una falta administrativa menor, se le impuso únicamente una multa, misma que fue cubierta en el momento.
La desinformación ha sido clara e intencional: pretenden vincular a Omar Sosa García a los hechos, cuando ni conducía ni incurrió en falta alguna. Su único vínculo es ser hermano del conductor y estar como pasajero al momento del incidente, lo cual es insuficiente para justificar los ataques que ahora se orquestan desde medios alineados a intereses políticos y económicos.
¿Dónde estaban estos medios cuando Jorge Huerta, aspirante a regidor, sí fue sorprendido manejando en estado de ebriedad?
Aquel caso fue documentado por testigos y ampliamente conocido en la ciudad, pero convenientemente ignorado por los mismos portales que hoy intentan escandalizar un hecho menor.
A este ataque se suma ahora el seudo periodista Gerardo Luna, quien ha comenzado a incitar a una manifestación contra las autoridades municipales bajo el argumento de una supuesta injusticia. Sin embargo, se le olvida que Luna fue removido de su puesto tras ser sorprendido en estado de ebriedad durante el horario laboral en varias ocasiones, situación de la cual existe evidencia pública en redes sociales. Además, abusó de la confianza de quienes lo respaldaron, defraudando tanto al gremio como a los ciudadanos que lo apoyaron.
Esto evidencia una doble moral que protege a quienes están dentro del aparato político y ataca sin fundamento a quienes informan con independencia o representan intereses ciudadanos.