09/09/2025
“La cosa es la política”
Huachicol fiscal: corrupción en las entrañas del Estado.
Nadie aguanta un cañonazo de 50 mil pesos(Gral. Álvaro Obregón)
La captura de 14 implicados en el huachicol fiscal, entre ellos un vicealmirante y un exjuez federal, exhibe una herida profunda en el sistema institucional: la corrupción enquistada en quienes deberían proteger la legalidad.
No se trata solo de combustible ingresado ilegalmente, sino de delincuencia organizada al interior del estado.
El huachicol fiscal es quizás más dañino que el robo directo a ductos: se viste de papeles oficiales, de sellos aduaneros, de facturas simuladas.
Evade impuestos por miles de millones y vacía las arcas que sostienen la salud, la educación y la seguridad de millones de mexicanos.
Es la forma más perfeccionada de quebrar al país.
En este contexto, la declaración del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, es clave: “El actuar aislado de unos cuantos no representa a toda la institución”.
Cierto, no todo marino es corrupto, ni todo juez está comprado.
Pero lo que sí representa este caso es un llamado urgente a reforzar los filtros internos, a blindar los mecanismos de control y a garantizar que ningún uniforme ni toga se conviertan en patente de corso.
La Marina ha prometido que “la ley es para todos”, y el SAT, junto con la Fiscalía, se han comprometido a asegurar bienes y cuentas vinculadas.
Pero las promesas no bastan. Lo que exige la ciudadanía es que las investigaciones se traduzcan en sentencias firmes y en la recuperación del dinero desviado.
Porque si un vicealmirante y un exjuez pudieron operar durante años bajo el amparo de su poder, la pregunta que queda flotando es: ¿cuántos más siguen haciéndolo en la sombra?
El huachicol fiscal no es solo un fraude económico; es una traición a la patria, por el nivel de los personajes Y en esa batalla, figuras como García Harfuch cargan con la responsabilidad de demostrar que el discurso de cero impunidad puede convertirse en realidad.