
10/08/2025
Ya no puedo salir sin ella...
Es que si no la tengo conmigo, me siento incómodo. Así sea por un ratito, que vaya cerca o todo el día, en carro o a pie necesito llevarla conmigo.
Ahora, a donde vaya, me llevo una cámara. Aunque sea solo con un lente y sin luces, ese 40 mm f2 que me gusta tanto.
Si no la tengo conmigo, pierdo la oportunidad de capturar personas geniales y momentos interesantes que ocurren a cada instante, para que tú también puedas disfrutar de ellos. Además, es una forma de dejar un registro documental de cómo éramos hoy, hacia el futuro.
¡Eso me vuela la cabeza!
Así como ella. Que justo llegaba mientras yo me iba y apenas la vi, me imaginé esa foto de su rostro.
A mi me hace pensar en el maquillaje ceremonial de algunas tribus de Sur América o el Pacífico. Pero algo bien moderno, urbano.
Lo cierto es que me encanta su rostro y su expresión y necesitaba hacerle fotos. Y como no sabía si la vería de nuevo, me acerqué a preguntarle si me dejaba retratarla.
Aunque no lo creas, no paraba de reírse y le daba un poquito de pena, aunque su cara demuestre lo contrario.
Me encantó hacerle fotos... Y el resultado.
Espero que a ti también te gusten, y me digas cuál es tu favorita aquí abajo...