27/09/2025
DEUTERONOMIO 11
La importancia de amar y obedecer a Dios: Una lección para todas las generaciones
En el libro de Deuteronomio, capítulo 11, Dios instruye a su pueblo para que amen y obedezcan sus mandamientos. Esta enseñanza es fundamental para comprender la relación entre Dios y su pueblo. Los que escuchan esta instrucción son los que crecieron en el desierto, testigos de milagros extraordinarios, y ahora, como padres, deben enseñar a sus hijos el amor y la obediencia a Dios.
La responsabilidad de los padres
Como padres, tenemos la responsabilidad de alimentar y abrigar a nuestros hijos, pero también de fortalecer y alimentar su aspecto emocional y espiritual. La Biblia dice: "Instruye al niño en su carrera: Aun cuando fuere viejo no se apartará de ella" (Proverbios 22:6). Esto significa que, aunque nuestros hijos puedan tomar decisiones equivocadas, la semilla de la fe y la obediencia que sembremos en sus corazones los ayudará a volver a Dios.
La importancia de la enseñanza
Debemos enseñar a nuestros hijos el amor y la obediencia a Dios de manera consciente y decidida, no por miedo, sino por convicción. La Biblia dice: "Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos" (Deuteronomio 11:18). Esto implica ser congruentes entre nuestras palabras y acciones, y enseñar a nuestros hijos por precepto y ejemplo.
La bendición de Dios
La tierra prometida que Dios les dio a los israelitas estaba llena de bendiciones. De la misma manera, cuando amamos y obedecemos a Dios, podemos disfrutar de sus bendiciones en nuestras vidas. La Biblia dice: "Guardad, pues, todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que seáis fortalecidos, y entréis y poseáis la tierra a la cual pasáis para tomarla; y para que os sean prolongados los días sobre la tierra, de la cual juró Jehová a vuestros padres, que había de darla a ellos y a su descendencia, tierra que fluye leche y miel" (Deuteronomio 11:8-9).
¿Cómo vivir una vida llena de bendiciones?
1. Viviendo en plenitud: “y para que os sean prolongados los días sobre la tierra, de la cual juró Jehová a vuestros padres, que había de darla a ellos y a su descendencia, tierra que fluye leche y miel” Viviendo satisfechos, tranquilos y confiados.
2. Confiando en la provisión divina de manera permanente: “Yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite.”
3. Confiando que Dios peleará nuestras batallas: “Jehová también echará de delante de vosotros a todas estas naciones, y desposeeréis naciones grandes y más poderosas que vosotros.”
4. Tener metas bien definidas: “Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie será vuestro; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar occidental, será vuestro territorio.
“He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.” (Deuteronomio 11:27-28).
Decidamos vivir cada día bajo la bendición del Todopoderoso. La bendición de Dios se aprecia al amarle, obedecerle y enseñar a otros lo maravilloso que es Dios. Decidamos vivir cada día bajo la bendición del Todopoderoso, amando y obedeciendo sus mandamientos, y enseñando a nuestros hijos a hacer lo mismo.
Aplicación personal
¿Qué puedo hacer hoy para amar y obedecer más a Dios? ¿Cómo puedo enseñar a mis hijos el amor y la obediencia a Dios de manera efectiva? ¿Qué bendiciones puedo esperar en mi vida cuando amo y obedezco a Dios?
Dios te bendiga.
Ptr. Martin Olvera García.