20/05/2025
¿Qué sentido tiene hablar de Recursos Humanos, si olvidamos lo humano?
El mundo ya cambió y las personas también.
Sin embargo, hay oficinas, jefes, procesos que siguen atados a un pasado que ya no inspira a nadie.
No basta con contratar a alguien que encaje, que "cumpla el perfil".
Busca a quien quiera crecer y no solo que sepa hacer.
Pero también recuerda que una cosa es contratar a alguien capaz, y otra muuuuy diferente es darle razones para seguir brillando, no le apagues sus ganas, su pasión.
Porque sí, el reto ya no es encontrar talento.
Es no romperlo con la rutina.
No desgastarlo con liderazgo plano.
No matarlo de silencio cuando pide ser escuchado.
Las empresas no se están quedando sin personal, se están quedando sin alma.
Cada día veo cómo personas capaces se apagan, y pensar que alguna vez fui parte de ellos, parte de esa ingenuidad de creer que para ellos somos "piezas fundamentales".
No se van porque no puedan, simplemente se van porque nadie les recuerda porqué vale la pena estar ahí, nadie valora sus conocimientos, habilidades, experiencias, ideas, iniciativa, su presencia.
Y no me estoy refiriendo a una plática motivacional de Lunes.
Hablo de propósito, dirección, guía, emoción, de líderes que inspiren sin necesidad de dar discursos, de culturas donde celebren e incentiven el intento, la iniciativa, no únicamente el resultado "perfecto".
Liderar talento, personas, "administrar recurso humano" es construir un lugar donde la gente quiera y pueda crecer, quedarse y crear espacios donde las ganas y la pasión no se pierdan.
Un lugar donde el "buen trabajo" también se sienta como vida y tenga sentido soñar, porque las personas no necesitan más sistemas, formatos ni procesos.
Quieren espacio que conecte con lo humano.
Porque si el alma se va, de nada sirve quedarnos con los procesos.
̃os