02/06/2025
La ciencia ya lo confirmó: Adhara Maite Pérez Sánchez es la niña más inteligente del mundo.
Con un coeficiente intelectual de 162, supera a Albert Einstein y Stephen Hawking.
Terminó la primaria a los 5 años, la secundaria a los 6 y la preparatoria a los 7.
A los 11 años, obtuvo una maestría en Ingeniería Industrial con especialidad en Matemáticas convirtiéndose en una de las personas más jóvenes en lograrlo en la historia.
Ya escribió su primer libro.
Y hoy, estudia su segunda carrera en una prestigiosa universidad de Estados Unidos.
Lamentablemente —o afortunadamente para otros países— Adhara seguirá creciendo fuera de México.
Porque aquí, no sabemos qué hacer con una mente como la suya.
En lugar de invertir en su talento, la ignoramos, la dejamos ir.
Mientras tanto, sus descubrimientos, su trabajo, su legado… será para beneficio de otro país.
México sigue siendo un país que maquilla la educación con discursos, pero no con acciones.
Un país que aplaude a sus genios solo cuando ya se fueron a otro país.
Y así, ¿cómo queremos crecer?
¿Cómo vamos a competir en ciencia, tecnología o innovación… si lo mejor que tenemos se nos escapa de las manos?
Apoyar la educación no debería ser un discurso de campaña, debería ser una prioridad nacional.