02/11/2025
LA LECCIÓN DE CARLOS MANZO
Por David García | Ya es Noticia México
Hoy todos hablan, los políticos, los medios, los periodistas, la gente. Todos exigen justicia, lanzan condenas y discursos, escriben con indignación. Pero cuando Carlos Manzo alzaba la voz, cuando pedía ayuda, cuando mostraba —con nombre y apellido— lo que pasaba en su municipio, pocos lo escucharon. Nadie quiso acompañarlo. Y me incluyo.
Esa es la tragedia más profunda de este país, el silencio previo a la tragedia. Cuando el político valiente denuncia, lo dejamos solo; cuando el periodista investiga, lo desmentimos; cuando el ciudadano exige, lo ignoramos. Y cuando el crimen les quita la vida, entonces sí, hacemos homenajes, escribimos condolencias y publicamos fotografías en blanco y negro.
Carlos Manzo no fue un político cualquiera. Era un alcalde que se debía a su gente, no a un partido ni a intereses de poder. Eso lo mató. Desde que asumió el cargo decidió enfrentar, de frente, al crimen organizado. Y lo pagó con su vida.
Los ciudadanos seguimos a merced de la violencia, solos, sin protección real, sin Estado que nos defienda. Los periodistas lo sabemos, este país castiga al que habla. Muchos callamos por miedo, porque tenemos familia, porque la impunidad pesa más que la verdad. Pero el silencio no puede seguir siendo nuestra forma de sobrevivir.
En Quintana Roo lo vivimos también. Hace algunos meses, el crimen acribilló en Tulum al secretario de Seguridad Pública, José Roberto Rodríguez Bautista. También fue padre de familia. También quiso cambiar las cosas. Hoy está mu**to. Y los que hoy lloran a Carlos Manzo, desde sus muros de Facebook, entonces callaron. Porque aquí también hay miedo.
Carlos Manzo no era perfecto, pero fue valiente. Y en México, eso ya es un acto heroico.
No hay más que hacer. Quienes seguimos aquí, quienes aún tenemos el poder de hablar, de escribir, seguiremos volteando a otro lado. Porque también somos ciudadanos, también tenemos familia… y también tenemos miedo.